Los padres de los 16 niños de 6 y 7 años del colegio público Colón de Benetússer que el pasado 16 de julio demandaron por presuntos malos tratos a una maestra, aseguran que el informe pericial emitido por los psicólogos del Instituto de Medicina Legal de Valencia «da total credibilidad a los hechos relatados por los niños al considerarlos como experiencias vividas». Los padres denunciaron que durante este pasado curso la docente supuestamente habría castigado a sus hijos atándolos a la silla y amordazándolos con cinta de embalar.

El pasado agosto los niños prestaron declaración por separado y sin la presencia de sus padres ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja que lleva el caso. Dicho testimonio ha sido analizado por psicólogos del Instituto de Medicina Legal que han remitido su dictamen a la jueza, a la acusación y a la defensa. Según una portavoz de las familias «el informe pericial levanta cualquier duda sobre el relato de los niños, por lo que ahora empieza todo». El siguiente paso, según las familias, será la comparecencia de los testigos presentados por la acusación.

Aunque el letrado de los padres, Enrique Vila solicitó una orden de alejamiento de la docente para que no se pudiera acercar a menos de 300 metros del colegio de los niños y también su suspensión de empleo, el juzgado no adoptó ninguna medida cautelar. No obstante, los alumnos no se encontraron con su antigua maestra al comenzar las clases del presente curso el 3 de septiembre, pues la Conselleria de Educación la había trasladado antes en comisión de servicios a una escuela de adultos de otro municipio.

Pese a todo, las familias denunciantes relatan que su relación con la dirección del colegio dista mucho de ser normal. Así, una portavoz de los padres critica que no se les permita subir a las clases a hablar con los docentes de sus hijos si no van acompañados por otro maestro. Además, denuncian también el «excesivo celo» con que se aplica el reglamento de régimen interno a sus hijos, que ya han sufrido varias amonestaciones en lo que va de curso. «Amonestaciones simplemente por empujar un niño a otro, que cesaron cuando los padres escribimos un escrito de protesta a la dirección», subraya.