Los empresarios de Aragón y Valencia acordaron ayer crear «un grupo de presión» para lograr en el plazo más corto posible la modernización del corredor Cántabro-Mediterráneo con el objetivo de desarrollar su potencial para canalizar el transporte de mercancías y personas y para convertirse en un factor de «competitividad» empresarial y de los territorios que conecta.

Fernando Callizo por la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA); José Vicente González (Cierval); Manuel Teruel, del Consejo de Cámaras de Aragón y José Vicente Morata, del Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, entre otros, firmaron una declaración conjunta en apoyo de la modernización de esta línea, cuya situación fue calificada de «desastrosa» por González.

En declaraciones a los medios de comunicación tras la firma del acuerdo, los empresarios coincidieron en que ya «no es momento de nuevos estudios» sino de invertir cantidades «modestas»„insistieron„ y que pueden suponer un vuelco en la situación global de la línea.

Los firmantes „ hasta 14 instituciones empresariales y camerales desde Alicante hasta Huesca„ consideran la modernización y el incremento de la capacidad de la línea ferroviaria Sagunto-Teruel-Zaragoza para el tráfico de mercancías y viajeros una actuación «imprescindible y beneficiosa», puesto que permitiría «aumentar las opciones de desplazamiento de viajeros y las de tráfico de mercancías para las empresas situadas en las localidades que recorre la línea y, por tanto, su competitividad; así como los flujos entre las plataformas logísticas Plaza (Zaragoza), Platea (Teruel) y Parc Sagunt y los puertos de la Comunitat Valenciana y viceversa».

La Declaración de Teruel insiste también en las posibilidades que esta mejora tendría en las comunicaciones por ferrocarril entre los puertos de la Comunitat Valenciana y Bilbao y en el caso de que se completara «con la futura conexión transfronteriza por el Pirineo Central».

Los empresarios insistieron mucho en la «modesta» inversión que requiere la «modernización integral» „valorada en 360 millones d euros„ y la posibilidad de hacerlo de manera escalonada.

Los firmantes «instan» a los gobiernos de España, Aragón y la Comunitat Valenciana a invertir en la línea. Consideran «imprescindibles» la finalización del sistema Tren-Tierra y de control de Tráfico centralizado, mejoras que permitan eliminar las limitaciones de velocidad y carga en todos sus tramos, así como aumentar progresivamente la longitud de los trenes, y la electrificación a largo plazo».

Desconfianza

El manifiesto hace un guiño al anuncio de «sendos convenios» entre Fomento, Adif y los gobiernos autónomos valenciano y aragonés para «iniciar trabajos de modernización en la línea». Sin embargo, y ya fuera del acto formal de la firma, la desconfianza en torno a este tipo de movimientos era palpable.

«No hacen falta hacer más estudios; la situación es la que es y constituye un ?fallo? de país», aseguraba Manuel Teruel en declaraciones a los medios de comunicación.

Para José Vicente González la situación de la línea requiere «pocos análisis más» y puso como «lamentable» ejemplo que la línea esté cerrada por las noches por no recibir una inversión„que los empresarios reclaman para este mismo año„ de 40 millones de euros en el sistema Tierra-Tren.

«No estamos dispuestos a que esto se posponga más. Si no se hace nada es porque no se quiere hacer», concluyó.

El pasado 11 de marzo, el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Manuel Niño, remitía a la próxima firma „sin fecha todavía„de un convenio con Adif y el Gobierno de Aragón para adelantar cuatro millones de euros e iniciar los trabajos del Tierra-Tren este mismo año.