El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, destacó ayer que mantiene «puntos de vista distintos» con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en «algunas cuestiones», pero que su relación con ella es «cordial, afectiva y de buenos compañeros de partido». Fue su respuesta a la pregunta de si «las malas relaciones» que mantiene con Barberá son «una leyenda». Al respecto, destacó que Barberá es «una gran alcaldesa» y durante sus 24 años de gobierno municipal ha sido «un ejemplo» para «todas personas dedicadas a la política, sobre todo, para los que hemos tenido un pasado municipal». En una entrevista en RNE, que «como buena alcaldesa» que es «siempre» pide «lo mejor para su ciudad», aunque ha reconocido que en esta legislatura «no tenían dinero para abordar muchas de las cosas» que solicitaba Barberá al igual que ha ocurrido con las peticiones de otros alcaldes. Preguntado por si va a querer la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras su implicación en la campaña andaluza y «los malos» resultados conseguidos, replicó: «puede estar aquí las veces que quiera y estaremos encantados de recibir a una persona que ha hecho lo impensable: hace tres años estábamos como Grecia y ahora estamos como Alemania». Con todo, insistió en que se debe mejorar la comunicación del partido.

Por otra parte, señaló que «desde luego» que se siente «preocupado» por el juicio de Fitur. La entrevista se realizó antes de conocerse la suspensión de la vista. «Una de las cosas que más he intentado es demostrar que la Comunitat Valenciana no es lo que se ha querido presentar de estar vinculada a la corrupción y comportamientos nada ejemplares», proclamó. Insistió en que ha hecho «todo lo que tenía que hacer» para que entre los políticos con responsabilidades que vayan a ser juzgados por corrupción «dejaran sus cargos en el grupo o en el gobierno». «No había otra manera de recuperar la confianza de los ciudadanos», recalcó. Sobre la gestión del Gobierno, dijo que «ha habido mala comunicación». Apuntó que uno de los problemas del PP es que «desgraciadamente comunicamos mal». Así, argumentó que en el PP «no sabemos explicar lo muchísimo que hemos hecho» durante estos cuatro años de legislatura, como haber conseguido no ser intervenidos.