En un «escenario neutral» y para todas las televisiones y emisoras de radio que deseen emitirlo. El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, está dispuesto a aceptar el cara a cara al que le ha retado el líder y candidato del PSPV, Ximo Puig, con el objetivo de confrontar los programas de los dos principales partidos de cara a las elecciones del 24M, según aseguraron ayer fuentes del Consell. El enfrentamiento a dos, sin embargo, no podrá ser en TVE, toda vez que la Junta Electoral Central ya ha establecido el criterio de que las cadenas públicas deben informar y dar entrada en los debates, no solo a las formaciones con representación parlamentaria, sino incluso a los «grupos políticos significativos», aquellos que hayan recabado más del 5 % de los votos en las anteriores elecciones). De este modo, y en ausencia de Canal 9, no sería posible un debate en TVE que no incorporara, además de Compromís y EU, a Podemos y UPyD. En el aire quedaría Ciudadanos, ya que, aunque ahora las encuestas muestran otra tendencia, en las europeas de 2014 se quedó en el 2,99 % de los sufragios.

En esta tesitura, una opción posible sería la celebración del debate en un televisión privada. Sin embargo, el Consell, al igual que desde el equipo de Puig, no ve con buenos ojos esta posibilidad. La alternativa más plausible sería buscar la colaboración de una entidad que se avinieran a organizar ese cara a cara, que estaría abierto a todos los medios de comunicación que lo desearan. La fórmula recordaría los cara a cara organizados a nivel nacional por la Academia de la Televisión y moderados por Manuel Campo Vidal, el último, entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano, en las europeas de mayo de 2014, y anteriormente, los celebrados entre Rajoy y Rubalcaba y entre el líder popular y Zapatero.

La pregunta es qué entidad asumiría el compromiso. Desde el Ejecutivo se deslizaron las opciones de la Unió de Periodistes pero también de asociaciones como el Club de Encuentro. En ese caso, la cita se organizaría previsiblemente en un hotel y los medios informativos que lo desearan se conectarían.

Debate, a partir del 8 de mayo

En lo que los populares no coinciden con el PSPV es en la fecha, aunque eso no sería obstáculo. Puig habló de un debate a realizar antes del inicio de la campaña. En cambio, desde el Ejecutivo se traslada el duelo dialéctico para una vez iniciada la campaña, esto es, a partir del 8 de mayo.

La única condición que pone Fabra a Puig la reiteró el jueves la portavoz del Consell, María José Català, al insistir en que sólo habrá cara a cara si los temas abordados en el debate son «propuestas de futuro» así como los aspectos que «más interesaran a los valencianos como la economía, el empleo y sociales». Català advirtió al respecto que, «de momento» el candidato socialista «sigue sin abordar en ninguna de sus declaraciones ninguna propuesta ni nada relativo a la economía valenciana». «Pensamos que tenemos que empezar a hablar de futuro y de propuestas», apostilló. A la pregunta de si una lista fija de temas será un requisito para que se celebre el debate, contestó que es «la misma condición que pone Ximo Puig, que dice que solo quiere debatir con el presidente y no con el resto de partidos que concluyen a las elecciones autonómicas».

Ayer, al igual que Compromís, Esquerra Unida, por boca de su candidato, Ignacio Blanco, exigió que haya debates plurales y argumentó que resulta «sintomático» que el PSOE y el PP prefieran el debate a dos que representa el modelo bipartidista que está «en crisis y que la sociedad no quiere». «En las próximas autonómicas se demostrará que no tiene vigencia, pero unos y otros, que responden al mismo perfil que defiende un sistema político que ha arruinado a la población y únicamente ha beneficiado a los grandes intereses económicos, quieren repetir una y otra vez las mismas fórmulas».