17,1%. Es la cifra que protagoniza las pesadillas del PSPV, el porcentaje de votos que sacaron los socialistas en la ciudad de Valencia en la última cita con las urnas, las elecciones europeas de mayo de 2014. El asunto preocupa en la dirección de Ximo Puig porque en el cap i casal se juega la batalla del Palau y tienen «un agujero». Casi dos de cada diez votos de la C. Valenciana viven en la capital. Sin un resultado aceptable en la ciudad, las opciones de ganar la Generalitat para Ximo Puig se complican.

Allí está decidido a centrar la campaña del PSPV el equipo del candidato autonómico. De hecho, en ello están desde hace meses. Igual que Rajoy desembarcó en Valencia para respaldar a Rita Barberá en su proclamación, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, acudió a Valencia para la presentación de Joan Calabuig como candidato a la alcaldía a finales de enero. La dirección federal también celebró en la ciudad una reunión hace unos meses. Y tampoco falló Pedro Sánchez al balcón del ayuntamiento en una mascletà, con paseíllo fallero con Puig y Calabuig. A Alicante sólo ha ido una vez; a Castelló, ninguna.

La idea es redoblar los apoyos arropando a Calabuig de aquí al 24M. «Vamos a hacer una apuesta muy fuerte en Valencia porque hay un agujero. No para suplir a Calabuig, sino con él», responden a Levante-EMV desde el PSPV. Su idea es tener en la capital durante esta campaña la presencia que en otros comicios tendría Puig en ciudades medias. Además, tanto las visitas de Pedro Sánchez como la de la andaluza Susana Díaz (si finalmente viene, algo que está en el aire por su embarazo) serán también a la ciudad, para el mitin central de la plaza de toros.

El resultado de las europeas de hace un año fue un varapalo para Joan Calabuig, líder del partido en Valencia y hombre de la máxima confianza de Puig. Estuvo por debajo del comportamiento en las comarcas (un 24% aproximadamente) y arrastró el resultado global del partido al 22%, mínimo histórico.

Los críticos abrieron un debate sobre su idoneidad pero ganó sin problemas en octubre las primarias frente al concejal Pedro Sánchez y con el apoyo de Blanquerías. «Tras el verano asumimos que el cambio de cabeza de lista no influiría en el resultado final», señalan una fuente de la dirección. El PSPV asume el problema, «que el trabajo de oposición no ha calado», pero lo achacan más al deterioro de la marca que al candidato.

El partido asegura que tras el verano se manejaron encuestas (que no vieron la luz y cuyos resultados no desvelan) en las ciudades de Valencia y Alicante de las que concluyeron que «cambiar al candidato por otro, por una mujer, te daba a lo sumo medio punto más. Relegar a 'Cala' no hubiera sido un punto de inflexión», apuntan.

El problema, insisten, en más de tendencias nacionales, similar en las tres capitales y propio de las grandes ciudades. «No hay nada que se le pueda pedir a un candidato y que Calabuig no haya hecho: se ha pateado una ciudad de 800.000 personas como si fuera un pueblo», concluyen.