El retorno de Semana Santa, que concluyó la pasada medianoche, resultó complicado en las carreteras de acceso a las grandes ciudades, en una jornada en la que se elevó a 31 el número de fallecidos en accidentes de circulación desde que comenzaron las vacaciones, el pasado 27 de marzo. En la Semana Santa de 2014 perdieron la vida en accidente 37 personas.

La operación retorno de las vacaciones de Semana Santa también provocó retenciones de tráfico en la A-3 a su paso por las localidades valencianas de Requena y de Riba-roja y en sentido Valencia, según fuentes del Centro de Gestión de Tráfico de Valencia. A la altura de Requena las retenciones de vehículos eran, sobre las 19.30 horas, de 16 kilómetros, mientras que al paso de la A-3 por Riba-roja éstas eran a la misma hora de 8 kilómetros. También se formaron importantes retenciones de más de 30 kilómetros en la A-31, a la altura de Villena (Alt Vinalopó), alrededor de las 14.30 horas.

Además del atasco en sentido Alicante, también en la A-31 se produjeron 15 kilómetros de retenciones en Albacete hacia Madrid, según la DGT, mientras que en Murcia los problemas se concentraban en la A-7, con 15 kilómetros de atascos entre Puerto Lumbrera y Lorca, y otros 5 kilómetros de congestiones en la A-30 a la altura de Murcia capital.

También se registraron largas colas en el aeropuerto de Manises donde los usuarios denunciaron «la falta de previsión y organización de Aena en Manises. Hemos tenido que esperar más de 40 minutos para pasar los controles de seguridad al mediodía», según denunció un usuario a Levante-EMV. Una espera similar a la que se produjo durante las vacaciones de Navidades, cuando los pasajeros de la terminal también tuvieron que esperar hasta 40 minutos para pasar los controles de seguridad, en los que se aplican a rajatabla las normas para acceder a los aviones .

Denuncia de la AUGC

La Asociación Unificada de Guardias Civiles, AUGC Valencia, criticó ayer que la operación de tráfico de esta Semana Santa se ha llevado a cabo «en un ambiente de presión terrible» para los agentes que trabajan en esta sección. La presión se debe, según AUGC, a que «ya está en aplicación un nuevo RAI (Resumen de Actividades Individuales, un barómetro que valora sobre todo el número de denuncias que pone el agente)» y censura que «se va a continuar premiando» a los guardias civiles «que más denuncias impongan frente a los auxilios» aunque «el mando para confundir a la opinión pública dice que se valora más la regulación en un accidente o ante un vehículo averiado».

«Eso ocurre ocasionalmente y los demás días de servicio el único parámetro con el que pretenden medir nuestro rendimiento en carretera son el número de denuncias que se llevan al cuartel», critica la AUGC, que agrega que a esta situación se suma «la subjetividad en los distintos documentos y fichas que configuran el baremo».