Las declaraciones del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en el sentido de que su formación podría facilitar la continuidad del PP en el gobierno de la Generalitat si, como apuntan todas las encuestas, es la lista más votada no han sido bien recibidas en la organización valenciana, cuyos dirigentes insisten en marcas distancias con los populares. Rivera afirmó el pasado lunes que «la lista más votada puede gobernar apoyándola Ciudadanos», aunque advirtió que este apoyo no sería ni un regalo ni un cheque en blanco.

Rivera habló de una serie de condiciones, entre las que especificó medidas contra la corrupción y listas abiertas. Dirigentes de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana matizaron ayer a Rivera e insistieron en que, si de ellos depende, el PP de Alberto Fabra no tiene ninguna garantía de que seguirá al frente de las instituciones.

Las fuentes consultadas admitieron que la decisión está en manos del Comité de Pactos Postelectorales, un órgano de carácter nacional creado ex profeso para fijar la estrategia tras el 24M, si bien advirtieron que la dirección autonómica será quien elabore un informe para fijar su postura. A priori, la cúpula de Ciudadanos en la C. Valenciana no está por la labor de permitir que el PP continúe. La propia candidata a la Generalitat, Carolina Punset, ha manifestado en público su rechazo a llegar a acuerdos con los populares y ha afirmado que tiene más afinidad con otros partidos de la izquierda. «Barcelona decidirá, pero algo o mucho tendremos que decir desde aquí», indicó a este diario un dirigente de Ciudadanos. Desde el partido se indica, además, que habrá que esperar el resultado electoral, ya que el respaldo o no al PP dependerá también de su nivel de apoyo. «No es lo mismo que le falten dos diputados para la mayoría absoluta, que que le falten veinte», reflexionaba otro dirigente, que insiste en que Ciudadanos «no cambiará votos por sillones».

Al margen de la decisión final, lo cierto es que las palabras de Rivera entorpecen la estrategia de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana que desde hace tiempo se esfuerza por marcar distancias con el PP, a quien disputan espacio electoral y del que provienen buena parte de sus militantes y, según todos los estudios, futuros votantes.

Por otro lado, Ciudadanos presentó ayer su segundo eje programático Empresa e Innovación, con el que concurre a las elecciones, un documento en el que se critica la inversión en AVE «que se ha hecho al margen de criterios económicos». El partido se compromete a alargar los plazos para la finalización de las obras en curso y a no poner en marcha ningún proyecto que esté en fase de planificación o contratación. Ciudadanos se pregunta por qué Barcelona, Madrid o Valencia no puede imitar a Berlín, Londres o Tel Aviv y convertirse en «pequeños Silicon Valley de Europa».