El peligro de más deslizamientos y la posible caída de más rocas sobre la única carretera de acceso a Cortes de Pallás (el resto de salidas y entradas son pistas forestales) obligará a actuar con «suma cautela, analizar el estado de la montaña» y sólo comenzar a desescombrar cuando «la seguridad esté garantizada», según confirmó ayer el alcalde de Cortes de Pallás, Alberto Enrique Sáez Serrano, a Levante-EMV. «Habrá que ir paso a paso... Hablamos quizá de meses», confirmó el regidor, a pocos metros de la zona donde grandes piedras y toneladas de arena taponan la CV-428, el único vial de acceso a Cortes de Pallás, y otra pequeña carretera que conecta con la aldea morisca de Otonel.

El aislamiento de esta población del Valle de Ayora, de 1.012 vecinos empadronados en 2014, y la afección a la central eléctrica movilizó desde la tarde noche del lunes a las Brigadas de Emergencia (por si se producía un incendio tras la rotura de algunas torres de alta tensión), el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, Diputación, Guardia Civil, SAMU y la ONG Intervención y Ayuda en Emergencias que, desde el desprendimiento de las 20 horas del lunes «han estado trabajando sin descanso hasta verificar que no había personas sepultadas». Dos unidades y un coordinador del servicio de prevención, un técnico del Centro de Coordinación de Emergencias y una ambulancia de Cruz Roja permanecían ayer en el municipio por si se producía alguna emergencia.

El deslizamiento de la montaña pudo haber provocado una tragedia. «Vimos que caían las primeras piedras y diez coches se quedaron parados unos metros antes donde segundos después cayeron todas las rocas», explicaba ayer una vecina.

Iberdrola también ha dejado temporalmente «fuera de servicio» la central eléctrica de Cortes de Pallás «por prudencia», según informaron a Europa Press fuentes de la empresa. La central eléctrica se amplió con un nuevo grupo de turbina bombeo en un acto al que asistió el entonces Príncipe Felipe el 14 de octubre de 2013. El parón en la central eléctrica se mantendrá «hasta que se realicen las comprobaciones necesarias» que aseguren la seguridad de la zona, aunque, añadieron fuentes de Iberdrola, «no supondrá cortes en el suministro eléctrico» de los municipios cercanos.

En el momento del desprendimiento unos 70 trabajadores trabajaban en el interior de la central, aunque pudieron salir por su propio pie «por las vías alternativas habilitadas para estos casos». Los trabajadores se dieron cuenta de que algo raro sucedía porque «se fue la luz y vieron cómo entraba una nube de polvo por el túnel» de acceso a la central, que ha quedado a pocos metros del alud de rocas. «Tuvieron que numerarse todos y comprobar que no faltaba nadie para garantizar que nadie se había quedado sepultado debajo de las piedras», continuaban explicando los vecinos de Cortes de Pallás, muchos de ellos empleados en la central eléctrica.

Responsables de Iberdrola, del Ayuntamiento de Cortes de Pallás, de la Conselleria de Gobernación y de la Diputación de Valencia analizaron ayer la situación generada por el desprendimiento que consistirá en «tres líneas de actuación», según el alcalde. La primera decisión que se ha adoptado es que «no se actuará en el desescombro del desprendimiento hasta que los «informes pertinentes garanticen la seguridad» de los trabajadores. Unos trabajos para los que se utilizarán «drones o helicópteros», según explicó a Levante-EMV el alcalde. Esta decisión se adoptó tras la visita a la zona del deslizamiento de varios técnicos de Prodein Proyecto de Ingeniería, que trabaja como asistencia técnica para la Diputación, una consultora que también realiza estudios e informes geotécnicos y geológicos. La Diputación de Valencia elaborará un informe geotécnico del estado de la ladera de la montaña en la que está ubicada la central eléctrica y donde se produjo el deslizamiento

Mientras no se abra el acceso principal a Cortes de Pallás, las administraciones se centrarán en garantizar «buenas vías alternativas de acceso» y «garantizar el suministro de los bienes básicos como comida, gasolina o educación».

Saez explicó que «todas las partes implicadas son conscientes de que la carretera se debe abrir cuanto antes, aunque ahora habrá un intenso debate entre quien quiere abrir rápido para retomar su actividad o avanzar con tranquilidad para garantizar la seguridad en la zona. No voy a consentir que los vecinos tengan que pasar por esa zona mirando hacia arriba con miedo», explicó a este periódico. El alcalde agradeció que la Conselleria de Infraestructuras «va a tramitar un decreto de urgencia» para realizar los estudios y trabajos necesarios „con un coste de 400.000 euros„, porque esto es una zona natural». Sáez no se atreve a aventurar ninguna causa del desprendimiento. «Vivimos en la montaña, ha habido lluvias muy intensas, no me atrevo a decir más», explicó.

Ver mapa más grande