La vida sigue en Cortes de Pallás, aunque los accesos al municipio del Valle de Ayora sea una odisea. Ayer era día de mercado. Y se celebró, aunque con un único vendedor. El «héroe» fue Ricardo Lozano, un vendedor de frutas y verduras de Turís que no dudó en acudir a abastecer a sus clientes de Cortes. «No podía fallar. Soy el vendedor más antiguo del mercado», aseguraba a Levante-EMV frente a las verduras y frutas relucientes en su puesto de la plaza. El vendedor accedió a Cortes de Pallás a través de la pista de Jarafuel. «Ha sido complicado, pero no podía fallar», explicó. Un repartidor explicó a la agencia Efe que tardó «tres horas» en acceder al pueblo para repartir leche, cerveza y suministros para varios establecimientos. «Hay muchos baches en la pista forestal y he tenido que subir muy despacio», explicó a la agencia Efe. Otra «prueba superada» en el municipio fue la repentina indisposición de una vecina, que sufrió un fuerte dolor intestinal. La mujer fue trasladada en una ambulancia de Cruz Roja hasta la zona habilitada como helipuerto en la parte alta del municipio, junto al cementerio, y evacuada en el helicóptero medicalizado que permanece en Cortes de Pallás, por lo que «en cuarenta minutos pudo ingresar en el hospital», explicó el alcalde Alberto Sáez, a quien un familiar de la mujer informó que se había descartado que la mujer sufriera una apendicitis, como se temió inicialmente. Este trayecto a Valencia se alargaría dos horas y media en el caso de ser evacuada con una ambulancia a través de la pista forestal de Jarafuel hasta Valencia. l. ballester/f. bustamante valencia