La Conselleria de Educación última el primer decreto que regulará la creación de nuevas Academias científicas, culturales y artísticas en la Comunitat Valenciana. A partir de ahora para promover entes académicos a instancias de particulares se exigirá «un mínimo de 10 personas que acrediten competencia intelectual, académica o profesional en el correspondiente ámbito de conocimiento». El Consell también podrá crearlas de oficio.
No obstante, ninguna nueva Academia saldrá adelante sin el visto bueno de la Agència Valenciana d´Avaluació i Prospectiva (AVAP), la entidad de derecho público creada por el Consell para supervisar la calidad y excelencia de los sistemas valencianos de educación superior e innovación. Además, precisarán del plácet del Alto Consejo Consultivo en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) de la Presidencia de la Generalitat cuando sus fines sean investigadores, científicos o tecnológicos; o del Consell Valencià de Cultura (CVC) si pertenecen al campo de las artes o las letras. Ambos informes también serán preceptivos y vinculantes.
El director general de Universidad y Ciencia de la Generalitat, Felipe Palau, explica que el fin de estos tres filtros «es garantizar la solvencia académica de las nuevas Academias». Palau explica el decreto crea «una normativa básica que hasta ahora no existía en la C. Valenciana y que da cobertura legal a la competencia de la Generalitat de aprobar Academias científicas, culturales y artísticas».
Petición de Farmacia
La urgencia viene dada, añade Palau, por «la solicitud de un grupo de profesores de constituir la Academia de Farmacia autonómica».
El decreto no afectara a las cinco academias ya existentes en la C. Valenciana y que están asociadas al Instituto de España que coordina las Reales Academias. Estas son la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, creada en 1768; la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV), que ahora vive su centenario; la Real Academia de Medicina C. Valenciana, que data de 1830; y la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), el ente normativo de referencia del valenciano creado por ley en 1998. Todas se incorporarán al nuevo Registro de Academias de la Generalitat. El decreto especifica que «no se podrá crear más de una academia por cada uno de los ámbitos del saber».
