La Diputación de Valencia ha consultado con la Unidad Militar de Emergencias (UME) la posibilidad de establecer un servicio de transporte en una barcaza militar de cables atirantados por el embalse de Cortes de Pallás para permitir el acceso de camiones y camionetas de abastecimiento.

Esta medida se estudia como alternativa provisional al túnel que constituye el principal acceso a la localidad y que permanece bloqueado desde el pasado lunes por el deslizamiento de la ladera de Muela de Cortes.

En el transcurso de estos primeros encuentros, a los que han asistido altos técnicos del área de Carreteras de la corporación provincial, los mandos de la Unidad Militar de Emergencias han informado de que no habría ningún problema en suministrar una dotación de este tipo.

De hecho, la UME realiza este tipo de intervenciones en estos momentos en otros puntos de España a modo de emergencia, previa solicitud y autorización de la Delegación de Gobierno.

Mañana hay convocada una reunión entre el alcalde de Cortes de Pallàs, Alberto Saez, y técnicos de la Diputación para conocer 'in situ' el terreno y las posibilidades que ofrece, aunque esta solución que se plantea implica la autorización de la Delegación del Gobierno y la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Como titular de la CV-428 que ha está cortada por la caída de la ladera, la Diputación de Valencia ha buscado vías alternativas para la comunicación terrestre por las pistas forestales que conectan el municipio afectado con Miralles y Jarafuel, unos caminos que están siendo adecuados por la Conselleria de Gobernación.

Sin embargo, el trayecto por las pistas forestales es largo y ofrece mayor penosidad para el transporte rodado que la carretera tradicional, motivo por el cual se busca una conexión a través del embalse.

Así, en un primer momento se contempló la idea de montar un puente flotante del Ejército entre las dos orillas del pantano, pero, según ha podido saber EFE, los técnicos militares consultados informaron de que no se disponen de puentes de las características apropiadas.

Por el contrario, una barcaza o pontona, también capaz de soportar el paso de vehículos de una orilla a otra, se contempla como una solución factible y rápida de instalar.

Esta instalación es básicamente una especie de puente flotante y circulante enganchado a dos cables tensados que se instalan en unos anclajes de hormigón a ambos lados del embalse y que se mueve mediante un motor.

El tránsito sería de pocos minutos y podría cargar hasta camiones, camionetas y vehículos turismos hasta 70 toneladas, que equivale al peso del carro de combate más pesado de España, lo que garantizaría, entre otras cosas, el suministro inmediato a la población.

Por este motivo, el área de Carreteras de la Diputación estudia ahora cómo conseguir que las playas de embarque y desembarque sean practicables para la operatividad de la barcaza y el acceso de los ciudadanos y vehículos a ella.

De hecho, ya se estudia la posible ubicación de los macizos de hormigón, que serían instalados por técnicos de la Diputación, en un lugar adecuado donde haya poca pendiente y se puedan habilitar caminos de acceso.

El lugar elegido, según las fuentes consultadas, sería el punto más estrecho del embalse, que va desde el actual embarcadero situado en la orilla de Valencia, donde atraca la golondrina turística y donde ya hay una zona habilitada para aparcamiento de coches y un camino de fácil recorrido hasta la orilla.

En el otro lado, en el más próximo a la población, el punto de embarque y desembarque estaría cerca de la desembocadura del arroyo de Cortes de Pallás al pantano y al que casi se accede directamente por un camino que baja desde el casco urbano.

El trazado en línea recta entre ambos puntos es de unos 400 metros de longitud.