Las indemnizaciones a las víctimas de accidentes de tráfico se incrementarán una media del 50 por ciento en el caso de muerte y un 35 por ciento en el de las lesiones, según el proyecto de ley que aprobó ayer el Gobierno.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, fue el que informó del nuevo baremo, unas cifras que no se actualizaban desde 2003 y que acercan a este país al baremo que aplican los países de nuestro entorno, de los que España estaba muy alejado hasta ahora. La intención del Ejecutivo es que en el actual periodo de sesiones pueda aprobarse por las Cortes un proyecto de «alta sensibilidad» que las víctimas habían reclamado.

La Unión Española de Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) junto a numerosas asociaciones de conductores y de víctimas de accidentes, y de personas con discapacidad que han participado en las negociaciones han valorado positivamente el texto aprobado este viernes en Consejo de Ministros destacando que es una norma «consensuada» por todos los agentes que han participado en su preparación. La mayoría de estas organizaciones emitieron un comunicado conjunto en el que valoran que la «norma permitirá mejorar y adecuar a la realidad social, económica y sanitaria española el sistema por el que cual establecen las indemnizaciones actualmente.

Pese al optimismo general, la conformidad no es plena. Por ejemplo la Plataforma Stop Accidentes, la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico DIA y la Asociación de Conductores Europeos Asociados (AEA) afirmaron en declaraciones a Europa Press que «se han quedado cosas en el tintero» y señalan que, aunque el nuevo baremo supondrá una «necesaria mejoría» de las cuantías de indemnización para los grandes lesionados y víctimas mortales, por otro lado provocará una reducción de las indemnizaciones para los lesionados de menor gravedad, respecto al sistema actual. Además, el presidente de DIA, Francisco Canes señaló que la reforma del Código Penal «ha sido malísima» para las víctimas de accidentes de tráfico porque ahora, tendrán que «lidiar directamente con las aseguradoras» sin que intervenga la policía, el forense o el fiscal. «Van a tener que negociar en condiciones de gravísima desventaja con las aseguradoras», aseguraba Canes. «El anterior sistema era demasiado rígido, una especie de café para todos, y ahora se va a tener en cuenta las circunstancias de cada víctima para lograr el mayor resarcimiento», ha explicado Canes.

Desde 2010 un grupo de expertos ha estado debatiendo el nuevo texto que según Catalá tratará de adaptarse a la realidad social actual y potenciar los acuerdos extrajudiciales. Otra de las novedades de la norma es la concepción de las nuevas estructuras familiares, como las monoparentales, y además divide los perjudicados en accidentes en cinco categorías autónomas: cónyuge, ascendientes, descendientes, hermanos y allegados, que sufre siempre un perjuicio resarcible y de la misma cuantía con independencia de que concurran o no con otras categorías. Catalá añadió también que el nuevo proyecto tendrá en cuenta el trabajo de las amas de casa a la hora de establecer la indemnización correspondiente.

En los supuestos de fallecimiento se distinguirá entre gastos «razonables» derivados de la muerte -compensados con una cantidad mínima de 400 euros-, y los específicos, como el traslado del fallecido, repatriación, entierro y funeral. Respecto a las secuelas, se refuerza la reparación al lesionado que sufre discapacidades que requieren de apoyos intensos para su autonomía personal, por lo que se indemnizarán los perjuicios y los daños emergentes relacionados con las diferentes partidas de gastos asistenciales futuros.

Sobre las lesiones temporales, la norma distingue entre gastos de asistencia sanitaria y otros «diversos resarcibles», es decir, los que genere la lesión en el desarrollo ordinario de la vida diaria de la víctima, como el incremento de costes de movilidad o los desplazamientos de familiares.

Ana Novella, presidenta de Stop Accidentes, dijo a Efe que la aprobación «es algo positivo» y que produce «satisfacción» entre las víctimas, sobre todo porque el nuevo baremo «acerca más a Europa» y sustituye a otro «completamente obsoleto» con «más de 20 años de antigüedad». «Si tu tienes 30 años y tienes un accidente que te provoca algún tipo de lesión, seguramente no será igual tu necesidad ahora que cuando tengas 60 años, y todo eso, el texto lo recoge», recalcó también Novella.

Mario Arnaldo, presidente de la AEA, subrayó que les hubiera gustado que «se hubiera incluido en el seguro obligatorio la protección del conductor» porque «todavía queda un importante número de víctimas sin protección».