Los atropellos continuan siendo la principal causa de mortalidad de la fauna salvaje en la Comunitat Valenciana. Según revela el balance anual de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, de las 1.344 muertes registradas en 2014 relacionadas directa o indirectamente con la acción humana, el 66,4% fueron consecuencia de accidentes en las carreteras: un total de 893. El dato supone un ligero descenso respecto al ejercicio anterior, con más de un millar.

El ahogamiento —aquellos ejemplares que son encontrados en depósitos de agua como balsas antiincendios o de riego— representa el 2% de las muertes recopiladas, mientras que el 11% de los casos se asocian a electrocuciones de aves con el tendido eléctrico. También se registran datos de fauna ingresada por disparo en los Centros de Recuperación de Fauna de la C. Valenciana —el 5%— y por la acción de aerogeneradores o ejemplares encontrados en parques eólicos con fracturas o traumatismos ocasionados por estos aparatos —el 9% de las muertes—. Asimismo, se incluyen los envenenamientos y los animales ingresados por intoxicación en los Centros de Recuperación —el 1%— y los afectados por la pesca —el 4% de casos mortales— o de tortugas marinas en el «Arca del Mar», centro cogestionado entre la Generalitat y l'Oceanogràfic. Se contabilizan también los registros de cetáceos y tortugas varados muertos por artes de pesca aportados por el Instituto Cavanilles de Biodiversidad de la Universitat de València.

95 animales amenazados

El balance de 2014 recoge 95 casos de mortalidad de ejemplares pertenecientes a 14 especies amenazadas de fauna. Como en temporadas anteriores, el gallipato es la especie con mayor número de muertes registradas: un total de 48, casi una veintena más que en 2013 y todas ellas consecuencia de los atropellos. La segunda especie con una mayor mortalidad el año pasado es la tortuga boba: hay 20 registros provocados por la influencia de la actividad pesquera. El resto de especies amenazadas aparecen con menos casos y, en general, también se vieron afectadas por esta práctica.