Compromís se llevó ayer el gato al agua al conseguir, tras veinte horas de cola a las puertas de la Junta Electoral Provincial de Valencia, ser la primera formación política en registrar la primera candidatura a las Corts por la circunscripción de Valencia y al cap i casal. Una victoria que arrebató a Esquerra Unida, una formación a la que ha comido espacio en los últimos años y que tradicionalmente ha sido la primera en una carrera que, hilando fino, tiene repercusión electoral . El segundo puesto fue para el PSPV y el tercero para el PP. EU quedó el cuarto. Socialistas y populares enviaron a sus jóvenes para afrontar, haciendo turnos, la larga espera, pero de nada les sirvió pasar la noche en vela, ya que los representantes de Compromís estaban frente a la Ciudad de la Justicia (sede de la Junta) desde las dos de la tarde de ayer. El plazo para presentación de candidaturas se abrió a las nueve de la mañana y finalizará el día 20. El orden de presentación de la listas determina también la prelación en la publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y, lo que es más importante, el orden en que las papeletas se disponen en las mesas el 24-M. También esta jerarquía se respeta a la hora de confeccionar las actas en las que se plasma el recuento de votos que obtiene cada partido en las diferente mesas electorales.

La literatura política dice que, en el caso de los indecisos, la primera papeleta que se ve puede ser la que acabe en la urna, al tiempo que estar el primero o el último es mayor garantía de no ser pasto de errores cuando se apuntan los resultados en el acta. En unas elecciones tan reñidas como las que se avecinan cualquier fallo puede ser determinante.

La pelea por ser el primero tiene también un importante componente psicológico, es algo así como una victoria moral. Compromís sacó pecho ayer a través del candidato al Ayuntamiento, Joan Ribó, el único rostro conocido que acudió a la Junta, ya que el resto de dirigentes estaba arropando a Mònica Oltra en una acto. Ribó formó parte del grupo de voluntarios del partido que hizo cola. A él le tocó madrugar y estaba allí desde las seis de la mañana. El candidato mencionó al «simbolismo» de «demostrar que esta es la lista del cambio y de la ilusión» y «evitar posibles errores a la hora de traducir los resultados», riesgo que se agrava, precisó, «a partir del número siete u ocho». Ribó dijo que una funcionaria le había comentado «emocionada», que «no había visto tantas horas de guardia en 20 años».

El PP, a diferencia del PSPV y Compromís que no enviaron a los futuros diputados sino a los candidatos al cap i casal (Joan Calabuig fue por el PSPV), aprovechó el acto para escenificar un cierre de filas. Así, la presidenta del comité electoral y consellera, Maria José Català, con varios candidatos a las Corts, entre ellos el conseller Moragues, tomó el testigo de los militantes de Nuevas Generaciones y entregaron la lista. «Los últimos serán los primeros», bromeó la portavoz del Consell con Ribó, cuando coincidieron. También acudió Rita Barberá con sus candidatos; y por EU, el aspirante Ignacio Blanco.