Los técnicos en emergencias sanitarias están en pie de guerra después de que las negociaciones por el nuevo convenio colectivo de ambulancias de la Comunitat Valenciana se encuentre bloqueado ante los recortes y modificaciones que pretende la patronal, ya que según consideran esto supone una falta de respeto a los trabajadores y por tanto a los propios ciudadanos, ya que supondrá prescindir de gente cualificada y se realizarán contratos «por cuatro duros», que repercutirán en los tiempos de respuesta y calidad de los servicios sanitarios.

Hartos de esta situación y tras más de un año de negociaciones representantes sindicales y trabajadores del sector del transporte sanitario se concentraron ayer por la mañana frente al Palau de la Generalitat para exigir al Gobierno valenciano una solución. De hecho, los sindicatos critican que la Conselleria de Sanitat adjudicó en enero de 2014 a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ambulevante (formada por 19 empresas) la gestión del servicio de todas ambulancias de la Comunitat «por debajo del precio de coste».

«Esta oferta que presentaron era irreal y ahora la empresa quiere solventarlo reduciendo costes salariales», señala un responsable de UGT. «A los que no pasan por el aro les hacen la vida imposible y están consiguiendo desmontar equipos de trabajo con años de experiencia para meter a gente sin formación con contratos de 700 euros para turnos de doce horas», critican estas mismas fuentes. «Esto unido a la grandes extensiones de territorio en las que se han reducido las ambulancias operativas, pasando de 24 horas a 12 o incluso suprimiendo algunas unidades, lo único que está consiguiendo es que aumenten los tiempos de respuesta», argumentaron desde UGT.

La protesta, en la que ha participaron un centenar de trabajadores, fue convocada por UGT PV y CCOO PV, quienes exigen «un convenio justo y digno» y «con unas condiciones de trabajo que se ajusten a las obligaciones y responsabilidades del trabajo que se desarrolla en este sector». «Quieren suprimir la antiguedad, lo que derivaría en una bajada del 20 por ciento del sueldo en algunos casos, eliminar las horas de presencia y pagar salarios que no llegan a los mil euros trabajando en turnos de doce horas y festivos», critica el secretario de acción sindical de UGT Javier Gil.

«Cada día estamos en peores condiciones y queremos que se dignifique la profesión de técnico en emergencias sanitarias», añade el responsable de la asociación Técnicos de Emergencias Sanitarias Sin Fronteras (Tessinf), que también apoyó la concentración.

«No descartamos emprender todas aquellas acciones legalmente establecidas que se consideren oportunas y que nos lleven a restablecer la dignidad y los derechos de los compañeros del sector», amenazaron los sindicatos si no obtienen soluciones sobre una hipotética huelga.