Anahí Silva dio a luz hace diecinueve días en la Casa de Partos del Hospital de Manises y es una de las cerca de un centenar de mujeres que en el último año han optado por sumarse al parto natural, apostando por analgesias alternativas a la epidural y con una atención humanizada durante todo el proceso. Esta joven argentina de 31 años asegura que recomendaría a cualquier madre esta experiencia, que «superó positivamente» todas sus expectativas, ya que tuvo un «parto perfecto» que le permitió tener a su hijo León en una bañera, sin precisar episiotomía ni anestesia epidural.

La Casa de Partos del Hospital de Manises fue inaugurado en junio del pasado año y desde entonces, algo más de un centenar de mujeres ha elegido dar a luz en este servicio, el primero puesto en marcha en un hospital público de la Comunitat e importado del modelo inglés del «Birth Center».

Se trata de un espacio para la atención al parto natural que se asemeja a la habitación de una casa, creando un ambiente cálido, con luces modulables, decoración confortable en maderas y flores y en la que el equipamiento médico está camuflado entre el mobiliario. La madre cuenta con diversos métodos de analgesia alternativa a la epidural, como una bañera obstétrica, uso de óxido nitroso, lazadas o pelotas, y existe libertad de movimientos, lo que le permite elegir la postura de parto que desee, siempre atendida por personal especialmente formado para ello.

El perfil de las madres que han optado por esta forma de dar a luz es el de una mujer mayor de 30 años, con nivel de estudios medio o superior y muy activa, según refleja un balance del primer año de funcionamiento del Hospital.

Además, el 90 por ciento de estas mujeres no precisó episiotomía y el 100 % eligió la lactancia materna para su bebé, según el balance, que también destaca que un 60 % de las madres era primeriza y el 40 por ciento restante ya había sido madre con anterioridad.

El jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Manises, Fernando Gil, explica que este sistema permite atender de manera «más natural» el proceso fisiológico de los partos, aunque matiza que es solo para los de bajo riesgo. «En los últimos 20 o 30 años hemos convertido lo que era un hecho normal en algo muy medicalizado», señala Gil, quien destaca que la forma natural de parir disminuye la tasa de cesáreas.