"Los superhéroes de los cómics forman parte de un género fantástico cuyo origen es la ciencia-ficción aunque, a diferencia de otros géneros de fantasía, siempre ha buscado de algún modo que la justificación de los poderes de los personajes tuviera una cierta base científica", asegura Álvaro Pons (Barcelona, 1966), profesor titular del departamento de Óptica y vicedecano de la Facultad de Física de la Universitat de València. Pons simultanea la docencia y la investigación universitaria con el estudio y la divulgación del mundo del cómic o tebeo, producto cultural sobre el que es considerado un gran experto.

Con su conferencia "La ciencia de los superhéroes", en la que profundizó sobre la ciencia que se esconde tras la "historieta", a la que algunos teóricos han propuesto considerarla ya como "el noveno arte", Álvaro Pons inició ayer en la Fundación Cañada Blanch el cuarto ciclo "ConecTalks" que dirige el catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de València, Vicent Martínez, dentro del programa de actividades de la Cátedra de Divulgación de la Ciencia establecida entre la Cañada Blanch y la UV.

Imaginación científicamente correcta

A diferencia de la fantasía clásica, en la que todos los personajes son mágicos y obtienen sus poderes de formas mitológicas o míticas, el profesor Pons resaltó que a los superhéroes del tebeo, que forman parte ya de la mitología del siglo XX, "se les daban desde el principio unas bases científicas, intentando que el personaje tuviera siempre una razón de ser y que su poder no fuera simplemente una exageración mítica, sino que tuviera una base científica, por muy ingenua que fuera muchas veces".

Con muchas dosis de humor e intentando llevar la imaginación al límite, pero siempre de una forma científicamente correcta, planteó cómo la ciencia podría explicar los poderes de los superhéroes en la vida real o qué efectos y consecuencias tendrían en el caso de que no se les encontrara una explicación.

Así, por una parte, intentó comprobar si las bases científicas que se exponen en los tebeos son lógicas y, por otra, qué tendría sentido en el mundo real, para lo que enumeró una serie de interrogantes tales como ¿puede haber alguien como "Spiderman" que se pegue a las paredes o qué pasaría si realmente alguien produjera seda de araña y cómo la produciría? ¿una persona podría saltar con una seda de araña de un edificio a otro colgándose a través de él como hace "Spiderman"? ¿puede "Superman" volar a la velocidad de la luz realmente? ¿qué tendría que comer una persona para contrarrestar el gasto energético brutal que supone recorrer Estados Unidos en medio segundo, tal como realiza "Flash"? ¿existen los universos paralelos, algo muy normal entre los superhéroes, que pasan de una dimensión a otra sin ninguna dificultad?

Disección de los superpoderes

Para responder a esos interrogantes, Álvaro Pons realizó una disección sobre los poderes de varios superhéroes y las consecuencias que acarrearían. Así, sobre "Superman", el más paradigmático de todos, analizó su visión de rayos X, su invulnerabilidad y su fuerza y planteó qué ocurriría si efectuara un viaje a la velocidad de la luz, algo imposible de realizar. "El tiempo se dilataría", señaló, "y todo el mundo envejecería alrededor suyo menos él, con lo cual en el tiempo que va y viene a la velocidad de la luz todo su alrededor habría envejecido; es decir, no serviría para nada ir a tal velocidad".

Al referirse a "Flash", calculó la energía que necesitaría para atravesar Estados Unidos en medio segundo y aseguró que el superhéroe tendría que engullir 150 millones de hamburguesas para afrontar la energía consumida en esa carrera. Del también personaje norteamericano "Flash Gordon", creado en 1940, destacó que en sus historietas aparecían ya estaciones espaciales, una de ellas muy similar a la actual Estación Espacial Internacional.

Asimismo analizó los poderes de "Los 4 fantásticos". Sobre "Mister Fantástico", que desarrolla una elasticidad extraordinaria que le permite estirar y deformar su cuerpo a voluntad, resaltó que se trata de una enfermedad muy rara que sufren algunas personas que tienen la capacidad de flexionar sus huesos y de poder estirarse la piel de forma indefinida. De "La Cosa", de aspecto monstruoso y con piel de roca, indicó que también existe una enfermedad que produce costras quísticas en la piel. En cuanto a "La Mujer Invisible", que puede volverse invisible y crear campos de fuerza igualmente invisibles, afirmó que actualmente y a través de los nanomateriales, se está experimentando en capas de invisibilidad de elementos que permiten desviar la luz.

Escenarios fantásticos

Más allá de los superhéroes, Álvaro Pons abordó cuestiones que podrían ser posibles, como el viaje en el tiempo y en qué condiciones se realizaría, y planteó el escenario en que se desenvuelve "Vampirella", una vampira que habita en un planeta de ríos de sangre. "¿Existen los ríos de sangre" se preguntó. "Pues resulta que en la Tierra sí han existido. Se aborda en la Biblia, pero no porque sean bíblicos, sino porque existe una bacteria que cuando contamina los ríos los tiñe de rojo y además es muy tóxica".

El profesor Pons se refirió también a personajes clásicos del cine como "Alien" y el impacto que produce sobre el espectador ver cómo una criatura alienígena emerge violentamente del pecho de un tripulante de una nave espacial. "La naturaleza realiza eso diariamente -aseguró- puesto que hay unas avispas que depositan sus huevos en orugas y las larvas nacen haciendo estallar las orugas. Lo que vemos en "Alien" existe en la naturaleza. En otras condiciones, sí, pero existe".