En mitad de la tormenta judicial y mediática en la que se ha visto envuelta la diputación a raíz de la presunta trama de corrupción destapada en Imelsa, el máximo dirigente de la institución y presidente provincial del PP exhibió una demostración de fuerza en el Gran Teatre de Xàtiva reuniendo a los 266 alcaldables populares de Valencia ante la presencia del líder supremo de los populares.
El presidente del PPCV, Alberto Fabra, sin embargo, saludó a su llegada de una manera fría a Alfonso Rus y, durante su parlamento, eludió apoyar de manera explícita su gestión, si bien lanzó pequeños capotes al dirigente de la capital de la Costera. «La gente que está al frente de las instituciones es gente honesta, seria y comprometida y esos son los valores que necesitamos en el PP», inició su discurso, para a continuación arremeter contra la oposición: «Solo critican, insultando y poniendo como únicas propuestas denuncias en el juzgado», dijo, en otro gesto —aunque también tibio—hacia Rus. Luego zanjó: «La gente del PP tenemos la manos limpias y no podrán ensuciar el trabajo que cada uno hacéis», dijo dirigiéndose a los alcaldes.
Rus, en cambio, sí que entró al trapo y, crecido en su ambiente, rompió el silencio que había mantenido desde que salió a la luz la investigación judicial del caso Imelsa. «Cada cuatro años la oposición hace lo mismo. Os puedo garantizar que cuando tenga que ir donde tenga que ir irán todos los comunistas, que son los que me han denunciado, por el aire, porque no van a poder conmigo. Que no lo duden. Os puedo garantizar que la institución que yo presido es una de las mejores de España. Gestionamos de puta madre y no van a poder. Todo lo que digan es mentira. Les reto a que vayan al juzgado y demuestren lo que dicen», arengó el presidente de la diputación ante el estruendo de aplausos del público. No tengáis duda de que lo único que he hecho ha sido por el pueblo y la provincia ha sido trabajar y trabajar y las manos, limpias». «Quieren que me vaya, pero yo me iré cuando la gente quiera. La gente es soberana», añadió.
Por otro lado, la diputada provincial de Esquerra Unida, Rosa Pérez, dijo ayer haber detectado que, además de Berceo Mantenimientos, hubo otra empresa pantalla «de características similares» para el presunto desvío de fondos públicos en Imelsa. EU desveló ayer el nombre de Spartaki Sinergias. «Parece un calco de lo acontecido con Berceo», según Rosa Pérez, quien entiende que hay «claros indicios de pertenecer a la presunta trama». La firma se creó en marzo de 2007 en el mismo vivero de empresas controlado por el abogado Ramón Cerdá, como contó Levante-EMV. Cerdá se ha dedicado a la venta de sociedades para inversores y empresarios que han tenido urgencias de facturar en muchos casos con opacidad y sin aparecer entre los administradores. La empresa se registró en el domicilio de uno de los testaferros de Benavent, Jaime José Úbeda, administrador hasta finales de 2009, cuando lo sustituyó el segundo presunto testaferro, José Estarlich. Spartaki Sinergias no tenía ningún trabajador y en su primer año registró un inmovilizado material de más de 700.000 euros.
EU exigió ayer la«comparecencia urgente» de Rus en el ayuntamiento para que «aclare» si hay una «ramificación de la presunta trama de Imelsa» en el consistorio. El candidato de Esquerra Unida a la Generalitat, Ignacio Blanco, reiteró ayer que si Fabra no aparta a Rus «se arrepentirá».
