La urgencia del ingreso de un paciente sospechoso de ébola en la planta séptima del edificio E de La Fe obligó a movilizar a mediodía de ayer a varios de los enfermos del servicio de Infecciosos que estaban alojados en habitaciones contiguas a la de aislamiento. En pocos minutos, los sanitarios tuvieron que poner en práctica el protocolo, casi olvidado en un cajón tras haber bajado la guardia por indicación internacional respecto a la llegada de posibles casos de ébola. La noticia de la sospecha obligó a airear los equipos de protección individual (EPI) y a revisar la última adaptación del protocolo para hacer frente a esta enfermedad, que ya hace el número 10 con cuatro modificaciones añadidas, según ha podido saber este periódico. La habitación E704 donde ingresó el paciente está comunicada con la E703 por una puerta que se utilizará de exclusa y zona sucia donde un técnico vigilaba los pasos que había que seguir para quitarse el traje. p. g. b. valencia