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El drama a distancia de la familia Soler Sherpa

El dolor ante la tragedia se apodera de una nepalí casada con un valenciano El padre de ella, con cáncer, tuvo que salir a rastras del hospital en que se hallaba antes del derrumbe

El drama a distancia de la familia Soler Sherpa

­Rafael Soler Sherpa. Así se llama este joven de 23 años hijo de un valenciano aventurero y una nepalí que emigró por amor a Valencia, en 1988, tras conocerse ambos en el marco de una expedición a Nepal del Centro Excursionista de Valencia. Él y su familia están viviendo días de angustia, extrema preocupación y gran dolor. En Nepal se encuentran los once hermanos de Daba Diki Sherpa Sherpa, la madre nepalí de Rafael. Tras el temblor que sacudió el país, han pasado más de 48 horas hasta que han podido confirmar que toda la familia se encuentra a salvo. Sin embargo, han estado a punto de rozar la tragedia.

El padre de Daba Diki y abuelo de Rafael se encontraba ingresado en un hospital de Katmandú cuando las entrañas de la capital se revolvieron. El temblor los espantó y decidieron abandonar el edificio. Ayudado por una hija y un yerno, el abuelo (enfermo de cáncer) fue sacado a rastras por los tres pisos del hospital. En pocos minutos consiguieron salir a la calle. Al cabo de un momento, el hospital se vino abajo y quedaron sepultados un número indeterminado de personas. «De milagro no lo pilló. Es todo muy triste. Ahora están en un descampado, en tiendas de campaña. Es todo una desgracia», lamenta Daba Diki Sherpa Sherpa. Ella sólo pide trasladar que «toda ayuda ahora mismo es poca y sólo la solidaridad internacional podrá vencer esta tragedia».

Uno de sus hermanos, que se encontraba en la base del Everest por motivos de trabajo con su empresa de senderismo, ha tenido que ser evacuado en helicóptero. Ayer a media tarde todavía no sabía si estaba herido.

Otro Haití

Rafael, que hace un año y medio pudo conocer a toda su familia materna en un viaje a Nepal, lamenta las pérdidas humanas, la destrucción de ciudades y el menoscabo al rico patrimonio artístico. «Se nos ha caído el mundo encima, porque Nepal ya es de por sí un país pobre, pero esto es el colmo de las desgracias. La reconstrucción tardará décadas», augura con pesar Rafael Soler Sherpa. Su madre, aferrada al teléfono y con dificultades para contactar con toda su familia, sólo espera que la ayuda internacional no olvide a su Nepal a corto plazo. La tragedia de Haití la tienen en el recuerdo. Y no quieren que aquel fracaso se vuelva a repetir.

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