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Medida

PISA evaluará por primera vez la resolución de problemas en equipo

Los 2.120 adolescentes valencianos que examinará la OCDE no sabrán de antemano el día de la prueba

El Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos, las pruebas PISA, que este curso por primera vez examinará las competencias de 2.120 alumnos de 15 años (nacidos en 1999) de 53 centros docentes públicos y privados concertados de la Comunitat Valenciana, llega cargado de novedades. Los estudiantes de tercero y cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) seleccionados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se estrenan en una prueba que este año dice adiós al papel para pasar a efectuarse integramente en ordenador. Además, junto a las tres competencias clave como Lectura, Matemáticas y Ciencias, se va a medir por primera vez la capacidad de resolver problemas en equipo.

El calendario de realización de las pruebas PISA 2015, que ya ha comenzado, finaliza el próximo 5 de junio. Sin embargo, todavía no se ha celebrado ninguna en España porque el Ministerio de Educación, responsable de la ejecución del programa de la OCDE, no ha finalizado la adjudicación del contrato con la empresa de evaluadores externos que debe desarrollarla. Por ello espera que se concentren entre la última semana de mayo y la primera de junio. Lo que si es seguro es que la fecha de la prueba, que no será simultánea en todos los centros, no deben conocerla los alumnos con antelación.

Para los estudiantes será como un examen «sorpresa» esta prueba que dura dos horas, más 10 minutos de instrucciones previas y un descanso intermedio de cinco minutos. No obstante, el ejercicio se prolongará durante toda la mañana, ya que tras un recreo de media hora, los jóvenes tendrán 45 minutos para rellenar un cuestionario de contexto diseñado para recabar información sobre el entorno de los estudiantes y sus centros docentes, con el fin contribuir en el análisis y compresión de los resultados. La prueba, en la que están convocados una media de 40 estudiantes por centro, comenzará a las 9 de la mañana y, una vez cumplimentados los cuestionarios, 12 alumnos realizarán otro examen de una hora sobre competencia financiera.

El propósito de PISA es valorar en qué medida los jóvenes de 15 años son capaces de utilizar sus conocimientos y habilidades adquiridas en la escuela para enfrentar los problemas de la vida real.

Ocho preguntas liberadas

Para que el alumnado se acostumbre al nuevo formato de examen por ordenador, PISA ha liberado ocho preguntas. Todas ellas de Ciencias, la competencia que se analiza a fondo en esta edición. Abordan desde las causas y efectos del síndrome de despoblamiento de colmenas o las consecuencias de correr en días de calor, ambas de Biología; en Física se debate la casa de bajo consumo o la central eléctrica azul, que produce energía a partir de la diferente concentración de sal del agua del mar y la de los ríos; y de Geología identificar, si como ocurrió en el terremoto de Lorca de mayo de 2011, la extracción de aguas subterráneas puede generar un seísmo por el aumento de tensión en una falla cercana. En todas estas cuestiones los alumnos deben saber explicar fenómenos científicamente.

En cuanto a la novedosa prueba de resolución de problemas en colaboración, PISA medirá «la capacidad del joven para participar de manera efectiva en un proceso en el que dos o más agentes tratan de resolver un problema mediante el intercambio de comprensión y esfuerzo requeridos para llegar a una solución, y poner en común sus conocimientos, capacidades e interés para llegar a esa solución».

La unidad colaborativa liberada para que ensayen los estudiantes incluye tareas que se basan en un chat donde los alumnos deben interactuar con uno o más miembros simulados de un equipo para resolver un problema. Se les ofrece una serie de opciones de respuesta en el chat y se les pide que seleccionen la más adecuada. De este modo, hay múltiples rutas a lo largo de cada unidad. Para que las opciones incorrectas no penalicen a los alumnos a medida que progresan en la tarea, cada unidad está diseñada para que se pueda volver atrás.

PISA impone un criterio integrador en la realización de las pruebas, así no permite que un alumno sea excluido por presentar retraso o ir más justo en sus estudios. Es decir, que si entre los 40 estudiantes de 15 años seleccionados aleatoriamente en cada centro hay alguno con Necesidades Educativas Específicas (NEE), no podrá ser apartado salvo que presente discapacidad funcional que le impida responder a la prueba o discapacidad intelectual (mental o emocional) que le incapacite para hacer la evaluación.

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