Primero respondieron con «salidas de tono», como cuando bautizaron a Albert Rivera como «Naranjito» o intentaron minarlo por su origen catalán; luego, ante el ascenso de la formación naranja y la constatación de que tras el 24M será el único partido con el que podrán pactar, optaron por eludir la confrontación. Pero las últimas encuestas, que revelan que Ciudadanos no solo recoge las migajas electorales del PP sino que está empezando a comerle terreno, han enterrado la estrategia de no agresión. Los populares han cambiado el guión y se han lanzado al ataque, intentando poner el foco en la supuesta inconsistencia o gravedad para la C. Valenciana de las propuestas de Rivera.
La última en alistarse fue ayer la coordinadora del PPCV, Isabel Bonig, quien subrayó que es «bueno que los ciudadanos empiecen a ver no sólo la moda y la marca de Albert Rivera», sino también las propuestas de Ciudadanos, ya que algunas de ellas «atacan directamente» los intereses de la Comunitat. Asimismo, advirtió que es su líder «el que marca las directrices» desde Barcelona.
Hasta mediados de abril, en el PPCV se imponía la línea de evitar el choque, con el argumento de que recogía un voto conservador que se había ido a la abstención y que, de no existir Ciudadanos, se quedaría en casa, beneficiando a la izquierda. De hecho, la gran esperanza para mantener la Generalitat tras el 24M venía de la mano de Ciudadanos. No en balde, el 20 de abril el PPCV difundió un sondeo que situaba a Fabra a un escaño de seguir en el Consell, con un pacto con Ciudadanos. Al PP le daba 37 escaños y a la formación naranja, 12. Las últimas encuestas, sin embargo, han disparado las alarmas ya que la distancia entre PP y Ciudadanos se ha reducido drásticamente. El riesgo de sorpasso en la derecha ya no se ve tan extravagante.
Ayer, Bonig, obviando que el PPCV también está sujeto a Génova, resaltó la dependencia de C's de Rivera, dado que «no tienen libertad absoluta» para formalizar pactos. Preguntada sobre si pactarían con Ciudadanos, subrayó que ellos salen a ganar y su proyecto «es el único fiable y que puede mantener la estabilidad, el progreso, la defensa de las señas de identidad y de los intereses de la Comunitat». Además, tienen un «poder territorial» por el número de candidaturas y un conocimiento del territorio «que otros partidos no tienen». «En el PPCV somos independientes a la hora de defender los intereses valencianos».
