El verano de 2013 alumbró el boom del cigarrillo electrónico, con el florecimiento de tiendas con el nuevo producto. La dura regulación de 2014 pinchó aquella burbuja del vapeo. Ahora, el sector busca reconquistar el mercado perdido. Y ha llamado a las puertas de la Universitat de València, que ya está elaborando el primer estudio de España que compara los efectos del vapor del cigarrillo electrónico frente al humo del tabaco en espacios cerrados. Contratados por la Asociación Nacional del Cigarrillo Electrónico (ANCE) y la patronal europea del cigarrillo electrónico (TVECA), el grupo Solinquiana del Departamento de Química Analítica de la Universitat ya está trabajando en una muestra de diferentes tipos de productos.

El estudio medirá las sustancias presentes en el humo del tabaco y en el vapor del cigarrillo electrónico, así como su prevalencia en el aire. El catedrático de Química Analítica Miguel de la Guardia, coordinador de la investigación, adelantó ayer a este periódico los primeros pasos del trabajo. El primero ha sido la constatación de que «la composición del vapor del cigarrillo electrónico es mucho más sencilla que el humo de tabaco, pues sólo hay tres componentes: glicerol, propilenglicol y nicotina. Eso ahorra a la respiración compuestos alquitranados y elementos minerales», explica De la Guardia.

El segundo dato está relacionado con la cantidad de nicotina que se aspira desde el cigarrillo y la que se aspira desde el vapeador. «El cigarrillo actúa como filtro y bloquea parte de la nicotina, mientras que en el vapeador, toda la nicotina que se volatiliza pasa directamente al inhalador. Por tanto, el cigarrillo electrónico es más saciante, porque te introduce mayor cantidad de nicotina». En último extremo, no obstante, esto último «dependerá de la concentración de nicotina que el consumidor decida poner dentro del vapeador».

Ahora, los investigadores intentan analizar las cantidades de cada elemento que sale en el exhalado del vapeo para comprobar las posibles afecciones en el fumador pasivo. Con este estudio se pretende observar si existe glicerol y propilenglicol en el exhalado de vapor y si las concentraciones aspiradas y exhaladas de nicotina son mayores en el vapeo que en el acto de fumar tabaco tradicional.

«Investigación fundamental»

Alejandro Rodríguez, presidente de ANCE, considera que «la continua investigación sobre los cigarrillos electrónicos es fundamental». A su juicio, «el tabaco y el cigarrillo electrónico son productos totalmente diferentes, como reconoce la Organización Mundial de la Salud, por lo que nuevas evidencias científicas que determinen las diferencias entre el vapor emitido por estos productos y el tabaco son siempre necesarias y bienvenidas». Está previsto que la investigación termine a finales de mayo.