El presidente de la diputación, Alfonso Rus, ordenó al actual gerente de Imelsa, Rafael Soler, denunciar en el juzgado de guardia a su antecesor, Marcos Benavent, por el supuesto robo de facturas de 2007, 2008 y 2009, cajas de documentación, un ordenador portátil y ficheros informáticos.

En caso de probarse, no sería la única desaparición registrada en el edificio de la calle Conde Trénor, sede de la empresa pública provincial. Fuentes de los trabajadores de Imelsa explicaron a este periódico que Marcos Benavent también echó en falta documentos que consideraba relevantes y que le desaparecieron de encima de la mesa de su despacho.

Se trataría, según las mismas fuentes consultadas, de grabaciones guardadas en una memoria USB, por la que luego preguntó a algunos de los empleados de su máxima confianza. Marcos Benavent nunca más supo del paradero de esos audios, que le fueron sustraídos durante un ausencia suya del despacho.