Patxi López fue lehendakari entre 2009 y 2012, tres años y medio intensos en los que tuvo que hacer frente a la amenaza directa de ETA, pero que culminaron con la satisfacción de haber dado fin al terrorismo. Reconoce que su momento en la primera línea en el País Vasco ya ha terminado, pero aún así no se siente capaz de «dejar de hacer política». Ahora, como secretario de Acción Política y Ciudadanía del PSOE, sigue colaborando con su partido y ayer acudió a Valencia para apoyar al PSPV y compartir sus ideas.
El PSOE por primera vez corre el riesgo de verse desplazado por nuevos partidos como Podemos o Ciudadanos. ¿Cómo afrontan esta campaña electoral?
El único riesgo cierto es para el Partido Popular, que va a perder sus mayorías absolutas. Lo que marcan las encuestas es una caída del PP, el PSOE recuperándose, Podemos que empieza a caer y emerge una fuerza como Ciudadanos. No conozco ninguna encuesta que hable del hundimiento del Partido Socialista.
¿Quién es más rival para el PSOE, el Partido Popular, Ciudadanos o Podemos?
Nuestro adversario político es quien ha practicado las políticas que han hecho de este país el segundo más desigual de Europa por detrás de Estonia, quien ha recortado los derechos de los trabajadores y quien está creando empleo precario. También quien ha impuesto copagos en la sanidad y ha bajado las becas, y es el Partido Popular. Ahora, nuestro enemigo real es la pobreza y la desigualdad y eso vamos a combatir.
Actualmente gobiernan sólo en 2 de las 17 comunidades autónomas. ¿Qué posibilidades cree que tiene el PSOE de conseguir autonomías y capitales más importantes?
Empezando por la Comunidad Valenciana, estoy absolutamente convencido de que el futuro gobierno va a estar liderado por los socialistas. La sociedad va a buscar la alternativa a esta situación y la única alternativa real posible que hay en este país es el PSOE.
¿Qué ha hecho bien el PSOE en estos últimos cuatro años desde la oposición y en qué cosas se podría haber mejorado?
El PSOE viene de una travesía en el desierto, viene de un agujero y hemos salido. Hicimos cosas que no debimos hacer, cometimos errores, perdimos credibilidad y cercanía con la gente. Ahora nos hemos recuperado y proponemos una alternativa que tiene que ver con poner la economía al servicio de la creación de buen empleo y con tejer una red de solidaridad para que nadie se quede abandonado. Vamos a recuperar el Estado de Bienestar y los servicios públicos y eso nos hace crecer en empatía con la gente y en la ilusión que se está generando.
¿Tiene previsto presentarse a las elecciones primarias en las que el PSOE determinará su candidato a la Moncloa?
No, no me voy a presentar.
¿Dónde se ve dentro de diez años? ¿Seguirá en primera línea de la política?
No sé si ejerciendo una actividad política, pero haciendo política siempre, en el sentido de que no hay otro instrumento para transformar realidades. Hubo un momento en el que di por cerrada mi etapa de primera línea en el País Vasco y dije que mi objetivo ya no era competir para nada, sino que era colaborar con el partido. Estaré donde el partido quiera y si no en otra actividad, pero nunca dejando de hacer política.
El PPCV se ha visto involucrado en numerosos casos de corrupción, pero los socialistas valencianos no han rentabilizado esta situación, según las encuestas. ¿Por qué cree que ha sucedido esto?
La situación del PSPV se verá cuando la gente vote, pero en los casos de corrupción no buscamos rentabilidad política, buscamos responsabilidades políticas e imponer una política limpia, honesta, de transparencia, de control de lo público y de participación.
El País Vasco es una de las autonomías con menos paro y con mayor tasa de crecimiento, mientras que la Comunidad Valenciana se encuentra en la cola. ¿Qué receta deben aplicar los líderes valencianos?
Pues la receta contraria a la que han aplicado, utilizar los recursos públicos para ayudar a la economía real, impulsar el emprendimiento, definir sectores estratégicos y generar nuevos nichos de empleo. También ayudar a las personas que están en paro de larga duración y poner en marcha planes de empleo joven. Si los recursos públicos se utilizan para obras faraónicas y encima se los llevan, así no se crece y es lo que ha hecho el Partido Popular.
Cuando fue lehendakari estuvo en el punto de mira de ETA. ¿En qué ha cambiado su vida como político y como ciudadano desde que ha desaparecido la amenaza? ¿El cese de la actividad armada se ha notado en la sociedad vasca?
De hecho, el gobierno vasco que yo presidí nació con la amenaza directa de ETA, pero acabamos la legislatura con el fin del terrorismo y con la conquista de la libertad. Eso yo lo tengo en el orgullo político, pero sobre todo en la satisfacción como ciudadano. Ya no tengo que ir con escoltas, ya puedo ir a sitios a los que no iba y puedo pasear tranquilamente con mis amigos. Nosotros encadenamos una dictadura, la de Franco, con lo que quiso ser otra, la de ETA. Los vascos nunca habíamos disfrutado de la libertad y ahora respiramos por primera vez.
