La decimocuarta sesión del juicio de Terra Mítica también permitió explicar su versión a las hermanas María Julia y María Yolanda Muñoz, a quien la fiscal pide 17 años y 16 años de prisión, respectivamente, por ser coadministradoras de Mecanizaciones Hermanos Muñoz y Remel 2002 que actuaron como proveedores de las empresas de la trama y facturaron trabajos inexistentes. Ambas mujeres explicaron que descubrieron los hechos por la prensa. Hablaron con su gestor y acusado, Antonio Latorre, quien les dijo que no se preocuparan, «porque el único que había puesto el cazo era mi tío José Manuel Mateu». El empresario Ginés Aviles fue el último en declarar ayer. A pesar de que aparecía en escrituras notariales de compraventa de sociedades con Antonio Moreno Carpio aseguró que tenían «una relación esporádica». E. press/l. b. valencia