Ramón Solaz (Paterna, 1978), uno de los alumnos de la primera promoción de artista fallero que sale de las aulas del Instituto público de Educación Secundaria (IES) Benicalap de Valencia, ha logrado el Premio Extraordinario de FP de Grado Superior en la familia profesional de artes y artesanías de la Comunitat Valenciana del curso 2013-14 que la Conselleria de Educación ha entregado recientemente.
«Ha sido todo un honor recibir este galardón, pues no sólo es un reconocimiento a todo mi esfuerzo de dos años, sino que además servirá para que el ciclo de FP de Artista Fallero se conozca más», explica este joven de 26 años que culminó en mayo pasado sus estudios con una nota media de 9,3 puntos.
«Me gustaría agradecer al IES Benicalap su implicación en la acogida de los estudios de artista fallero y, cómo no, una vez más, a Manolo Martín , Mª Jesús Cotanda, Paco Pellicer y Ramón Espinosa por todas sus horas de dedicación y enseñanzas en la ciudad fallera», dice con cariño de sus profesores. «¡Ya ha pasado un año desde que la aventura terminó y todavía me sigue dando alegrías!», añade.
Para este arquitecto reconvertido en artista fallero las alegrías llegan a pares, pues al Premio Extraordinario de FP, suma el anuncio de su estreno en Valencia en las Fallas del próximo año. «Voy a debutar en Valencia como artista infantil para la Falla San Vicente de Paúl-Diputada Clara Campoamor, un pasito más en mi trayectoria y otro sueño encarrilado», relata.
Solaz estaba realizando el proyecto final de carrera de arquitectura cuando la comisión fallera de su hermana, Lloma Llarga-Valterna de Paterna, que contaba con muy poco presupuesto, le pidió que les hiciera el monumento. Esta primera falla le llevó a cursar el ciclo superior de Artista Fallero que acababa de implantar el IES Benicalap. «Lo vi entonces con como un complemento a mi carrera de arquitectura, en un momento que por la crisis de la construcción no había mucha salida», subraya.
Sólo tiene palabras de agradecimiento para resumir su paso por el instituto de Benicalap: «el ciclo es muy atractivo, pues entre sus profesores hay artistas falleros con una experiencia laboral impresionante como Manolo Martín o Ramón Espinosa». «Con ellos „continúa„ hemos aprendido modelado, estructuras y planificación de presupuestos». También recuerda a Mª Jesús Cotanda, quien les ha enseñado pintura y a trabajar con cartón.
De la primera promoción del Ciclo Superior de Artista Fallero del IES Benicalap que acabó el curso pasado, compuesta por 25 alumnos desde los 18 hasta los 46 años, Solaz remarca el compañerismo. «Nos llevábamos muy bien e hicimos mucha piña, de hecho aún mantenemos el grupo de WhatsApp», apunta.
Sus proyectos de futuro son seguir avanzando en su carrera de artista fallero sin desvincularse de la arquitectura. Este año ha plantado dos fallas en Paterna: la infantil de la comisión Vicente Mortes, con la que ganó el primer premio de la sección primera; y la de Lloma Llarga-Valterna, con la quedó segundo en la sección segunda.
En sus fallas intenta aplicar sus enseñanzas de arquitectura y le atraen los innovadores como «Miguel H, Marina Puche o Carlos Corredera, y Julio Monterrubio, que es el artista por excelencia de fallas infantiles». «Ya hay mucha gente que hace cosas diferentes y yo intento buscar mi estilo», concluye.
