El alcalde de Xàtiva y presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, insistió ayer, en declaraciones a Levante-EMV, que no tiene intención de dar un paso atrás y dejar el cargo en la institución provincial, ya que, en su opinión, ese paso sería reconocer que es culpable. El expresidente provincial del PP insistió en que su única duda es si se presentará finalmente o no a la alcaldía de Xàtiva, pero se mostró firme en seguir frente a la diputación pese a las presiones de su propio partido para que renuncie. De hecho, ayer, por segundo día consecutivo, Rus se desplazó hasta su despacho del Palacio de Batlia, sede de la institución provincial, en el que, según las fuentes consultadas, estuvo despachando asuntos ordinarios. A diferencia del día anterior, en esta ocasión el exbarón provincial no participó en ningún acto público.
Rus reiteró que las grabaciones son un montaje y que existe un complot en su contra, si bien añadió que no hablará hasta después de elecciones para no hacer daño al partido. Indicó que, aunque la cúpula de su partido, tanto a nivel autonómico como nacional, le ha dado la espalda, sigue sintiendo el cariño de los militantes y simpatizantes, sobre todo en su ciudad natal: «Me están quemando el teléfono», indicó, en alusión a las llamadas de apoyo recibidas.
Mientras tanto, los principales dirigentes del PPCV coinciden en que Rus debería dimitir y salir del foco. En su entorno, algunos también creen que enrocarse en la diputación no ayuda a nadie y que más pronto que tarde la situación será insostenible. Mientras tanto, el objetivo de los rusistas es hacer un paréntesis y esperar al resultado de las elecciones. Cabe apuntar que, a pesar del mazazo que les ha supuesto la caída de Rus, sus afines mantienen el control de la dirección provincial a través de Vicente Betoret, cuya presencia en los actos de Fabra se ha multiplicado. No faltan las voces que sostienen que el alcalde de Vilamarxant acabará acercándose al presidente, ya que, apuntan, su perfil es muy distinto al de Rus, su padre político.
Por otro lado, el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, se unió a las voces nacionales a favor de la destitución de Rus. Posada calificó de «adecuada» la decisión aunque «respetando su presunción de inocencia». Consideró que tras divulgarse las grabaciones, Rus no puede seguir representando al PP.
