La ansiada bandera azul vuelve a pasar de largo por la Malvarrosa y el Cabanyal. Un año más. La Fundación Europea de Educación Ambiental adjudicó ayer banderas azules a seis playas de la ciudad de Valencia: Pinedo, l´Arbre del Gos, Saler, La Garrofera, Devesa y Recatí. Las mismas que en la edición pasada, y la anterior. La calidad de las aguas de baño, la información y educación ambiental, la gestión y seguridad, así como los servicios e instalaciones son parámetros que han servido a Valencia para retener el máximo distintivo. La «desilusión», como admitían ayer fuentes municipales, ha llegado „ una vez más„, por la costa recayente a Els Poblats Marítims, que se ha quedado esperando. De hecho la concejala del ramo, Lourdes Bernal, se mostraba el mayo pasado convencida en poder lograr el reconocimiento este año.

Desde el consistorio se insistía en que se está cumpliendo la normativa sobre la calidad del agua. «Llevamos cuatro años con mediciones muy buenas, pero se arrastra el error», incidían desde la delegación de playas. «Estamos rozando la excelencia, pero son muy exigentes», trataban de explicar sin ocultar cierto desencanto por «todo el trabajo de un año». «Seguiremos intentándolo, porque en 2014 los registros fueron muy buenos y es una pena que finalmente no haya podido concretarse con esas dos banderas en esta edición», argumentaban tras conocer el listado hecho público ayer por parte de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC).

Valencia retiene la distinción de Sendero Azul por el Litoral Educativo de la playa de El Saler. Los Senderos Azules son itinerarios y elementos paisajísticos que enlazan playas o puertos con Bandera Azul y contribuyen, positivamente, al uso sostenible del enclave. Es un reconocimiento al trabajo en la mejora y restauración de su patrimonio natural y etnológico. Además, los Senderos Azules «desempeñan una función social importante, al constituir excelentes lugares para el disfrute de la naturaleza y, también, como elementos vertebradores para el desarrollo, salud y bienestar del conjunto de la sociedad».

Dentro del apartado de Centros Azules, a los seis existentes se ha sumado este año el Observatorio del Cambio Climático, dependiente de la concejalía de Maria Angels Ramón Llin. El requisito para convertirse en Centro Azul es la existencia de un centro de visitantes, aula de mar o de naturaleza que incluya entre sus objetivos y actividades la educación ambiental sobre los ecosistemas litorales y su buen desarrollo.