El Tribunal de Cuentas considera que el actual modelo de financiación de las líneas ferroviarias de alta velocidad es incierto a largo plazo por su «elevado endeudamiento». Una situación que podría agravarse en el futuro, cuando venzan los periodos de carencia de los préstamos que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha concedido a Adif, promotor y gestor de la red ferroviaria. Según datos del Tribunal de Cuentas, a cierre de 2013, Adif Alta Velocidad acumulaba un coste amortizado de deuda a devolver a partir de 2017 de 9.142 millones de euros. El órgano fiscalizador observa que el canon que Adif cobra a Renfe y a los futuros operadores privados es «insuficiente» para cubrir los costes de mantenimiento de la infraestructura y para «garantizar su sostenibilidad económica». Aunque los operadores los operadores privados interesados en competir con Renfe han demandado una rebaja de estas tasas para que el tráfico ferroviario sea rentable. europa press valencia