A Luis S. I., enfermo de cáncer , de 87 años, y en muy buen estado mental y físico, le negaron hasta tres veces un medicamento que su oncólogo le había recetado en el hospital como única salida terapéutica para tratar la neoplasia de colon en estado II diagnosticada, al no haber respondido a la quimioterapia tradicional.
El paciente pensó, entonces, que no se lo querían autorizar «porque era viejo» y los gestores sanitarios esperaban que muriera para ahorrarse, así, el coste del tratamiento, pero no se conformó y decidió luchar y hacer pública su situación de denegación en un foro social internacional en el que recabó miles de firmas hasta conseguir que los miembros del denominado Subcomité Especializado de Medicamentos de Alto Impacto Sanitario y/o Económico (SAISE) de la Conselleria de Sanidad finalmente, y después de tres meses, autorizaran el fármaco, como así ocurrió tras hacer pública su historia en Levante-EMV.
A sus propias ganas de vivir y disfrutar de su familia, a Luis le movía otra fuerza de potencia mucho mayor: la de cuidar a su esposa enferma de Alzhéimer, una tarea que realiza desde hace años. El tratamiento que, finalmente, le autorizaron y que toma desde abril cuesta 4.000 euros al mes y llegó a los tres meses de haber sido solicitado.
Menos suerte tuvo la madre de Laura G., que murió a los 71 años sin recibir el tratamiento que el oncólogo le había prescrito y que era vital para su supervivencia. Cada mañana durante las tres semanas anteriores a su muerte, la mujer se despertaba con la misma pregunta prendida al hilo de su boca: «¿Ha llegado ya?». Para ella no hubo esperanza.
Como ella, otros 504 enfermos oncológicos de la C. Valenciana tampoco han tenido derecho a un tratamiento especial que, además, era el único posible en opinión de los especialistas y que forman parte de la familia de 23 fármacos denominados de «alto impacto terapéutico y económico» que tienen que aprobar once grupos de expertos que actúan como comisarios para la Conselleria de Sanidad.
Al subcomité Hemato Oncológico del SAISE han llegado, desde que se creó en 2012, un total de 2.100 peticiones de terapias específicas de las que solo se dio el visto bueno al 76 %.
Cuando la Conselleria de Sanidad reguló la creación del Programa de Medicamentos de Alto Impacto Sanitario y/o Económico ordenó las patologías en once grupos y creó un Subcomité de expertos para decidir las prescripciones de los enfermos de cada patología.
En total, desde que se creó este filtro los Subcomités han recibido 6.398 peticiones de las que se han rechazado 825, lo que representa un 12 % del total de las que los especialistas solicitaron para enfermos en situación límite o crítica y que por las características del fármaco requieren de una evaluación especial.
Los once grupos de expertos que dirimen si un tratamiento es el «adecuado» o no para un paciente son: Esclerosis Múltiple, Hormona de Crecimiento, antivirales para la Hepatitis C, un anticuerpo monoclonal denominado Eculizumab, terapias biológicas de uso digestivo, de uso en Reumatología (no hay datos de pacientes tratados), en Dermatología, para Enfermedades Infecciosas, Oftalmología y terapias Hemato-Oncológicas y evaluación de productos sanitarios.
La conselleria ha indicado que para la esclerosis múltiple existen dos protocolos y que en total han sido evaluados 2.540 pacientes, al 96 % se les autorizó el tratamiento, lo que se traduce en 102 negativas.
El subcomité de la hormona del crecimiento evaluó las solicitudes presentadas por los médicos de 900 pacientes. Hubo luz verde para el 80 % y 180 personas quedaron excluidas. El grupo que tenía que valorar a quien se le autorizaba los nuevos fármacos contra la hepatitis C recibió 673 peticiones, de las que fueron autorizadas el 96 %, o sea 27 se quedaron sin el medicamento.
También se rechazó el tratamiento con Eculizumab a 3 de los 36 pacientes evaluados, mientras que del grupo de las terapias digestivas se aprobaron en 22 de los 25 pacientes que pidieron los especialistas.
El subcomité de Enfermedades Infecciosas descartó el tratamiento para cinco de los 24 pacientes que lo necesitaban, mientras que los fármacos de prescripción específica de Oftalmología fueron evaluados de forma ordinaria por los especialistas de hospital que al año se prescriben a 1.500 enfermos.
