La Sierra de Andratx, Vall d´ Ebo... «en todos los incendios aprendemos algo e intentamos incorporarlo a nuestros procedimientos y mejorar nuestras capacidades. Esta es una unidad muy joven y con intenso desarrollo», aseguraba ayer en Bétera el teniente coronel Javier Moreno, jefe del tercer batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME) con sede en esta población valenciana.

«Una de las lecciones aprendidas» en el incendio de la Sierra de Andratx, en 2013, y recientemente también en el de la Vall d´Ebo, es la dificultad para acceder a los focos de fuego y el parón que se produce durante la noche en la acción de los medios aéreos y también humanos empleados en la extinción.

Durante la noche, el viento amaina en la mayoría de los incendios y aumenta la humedad, lo que favorece la extinción. Sin embargo, las aeronaves no pueden volar y las llamas, sobre todo en zonas donde no llegan los vehículos, avanzan despacio esperando el alba para coger fuerza de nuevo.

La UME ha desarrollado un protocolo de actuación que permite intervenir por la noche. Para ello utiliza los helicópteros del Batallón de Helicópteros de Emergencias (BHELEME), con sede en Bétera y Colmenar Viejo. Durante el día, su modo de operar no difiere del de las brigadas aerotransportadas del ministerio de Agricultura o de la Generalitat: el helicóptero lleva una unidad de bomberos a lugares de difícil acceso y después, con un helibalde, realiza descargas de apoyo.

La novedad es el uso de la visión nocturna y la experiencia de los pilotos del BHELEME para operar de noche. En la oscuridad, el helicóptero deposita a la brigada mientras un segundo helicóptero traslada al lugar un depósito de 1.000 litros. Una potente bomba permite a la unidad tender mangueras mientras los helicópteros inician una «noria» reponiendo una y otra vez los depósitos.

El «ataque directo» con descargas sigue siendo inviable debido a que las llamas deslumbran a los pilotos dotados con equipos de visión nocturna.

Los primeros vuelos nocturnos, realizados el pasado 14 de mayo en el incendio de la Vall d´Ebo y más recientemente en el del Montgó, fueron posibles gracias a la formación de los pilotos, «con amplia experiencia en vuelos nocturnos» incluso en ambientes de combate real, aseguró Javier Moreno.

Rescate en terremotos

El teniente coronel Javier Moreno anunció también ayer la incorporación a la UME de un plan de asistencia psicosocial dirigida a las víctimas de las grandes catástrofes y también a los militares que forman parte de esta unidad, a los que se exigen «fortalezas» derivadas del tipo de trabajo que realizan.

Durante la presentación de la campaña de de lucha contra incendios forestales, la UME mostró ayer sus centros móviles usados como puestos de mando avanzado, con capacidad para integrar o complementar las comunicaciones de todos los servicios, unidades y administraciones que intervienen en una emergencia, y realizó una demostración del sistema de ataque nocturno con depósitos.

Además, el equipo USAR (búsqueda y rescate urbano), compuesto por 50 militares, mostró en varios ejercicios su capacidad para intervenir tras un terremoto. Búsqueda, rescate y estabilización de las víctimas son sus capacidades. «El 75% de las víctimas que no son estabilizadas mueren a las 42 horas», preciso Javier Moreno.

Recién llegados de Nepal, la unidad cuenta con tecnología de última generación para localizar víctimas bajo los escombros que complementa con perros de búsqueda «insustituibles para nosotros», aseguró el mando.

La USAR es junto a los bomberos de la Comunidad de Madrid la única unidad hispana acreditada por Naciones Unidas para intervenir en terremotos. «Es autosuficiente durante siete días. Se trata de ser una solución y no un problema cuando llegamos a un sitio devastado», apuntó el teniente coronel.

A unos meses de cumplir diez años, la UME dispone de 3.650 militares con capacidad para intervenir en un máximo de 4 horas en emergencias de nivel 2 y 3.

El tercer batallón BIEM III, con sede en Bétera, presta cobertura a Murcia, Comunidad Valenciana y Albacete con 543 militares.