La ONG Oceana, dedicada a la conservación de los océanos a través de investigaciones científicas, anunció ayer el descubrimiento de un arrecife de sílice construido por esponjas «roca» en el Golfo de Valencia y que aseguran se encuentra amenazada por las prospecciones petrolíferas.

La estructura es similar a las que existieron hace 150 millones de años y hasta hace poco se creía que solo habían sobrevivido en el Atlántico.

Según Oceana, uno de estos arrecifes ha sido hallado a 760 metros de profundidad, rodeando la cima de una pequeña montaña submarina entre Valencia e Ibiza «donde hay planes de sondeos de hidrocarburos.

La agregación de esponjas que forman el arrecife alcanzan metro y medio de altura y han sido descubiertas gracias a un robot submarino con el que va equipado el buque «Oceana Ranger», propiedad de la organización

«Los arrecifes de sílice, construidos por esponjas y no por corales, fueron comunes en los mares Jurásicos y Cretácicos, y se creían extinguidos», según explicó un portavoz de Oceana.

«Para sorpresa general, en 1987 se descubrió un arrecife de sílice vivo a 200 metros de profundidad en la costa del Pacífico, en Canadá, formada por esponjas de cristal. Sin embargo, este segundo arrecife, compuesto por esponjas ?roca?, es una variedad aún mas rara, ya que la inmensa mayoría de especies de esponjas ?roca? se extinguieron tras el Cretácico», añadieron.

De hecho se pensaba que las pocas especies de esponjas litístidas que sobreviven en aguas profundas, tropicales y templadas, habían perdido la capacidad de formar agregaciones en forma de arrecife.

Al sur de la isla de Mallorca en la formación Emile Baudot, se han hallado concentración, «puntualmente abundantes» de esponjas aunque no llegan a formar arrecifes.

Una formación única

«Entender las causas que han permitido el desarrollo del arrecife en una particular montaña submarina del Mediterráneo proporcionará claves importantes para comprender cómo se desarrollaron los singulares arrecifes de esponjas del Jurásico y cuáles fueron las razones de su desaparición, un declive que ocurrió casi paralelamente en el tiempo al de los dinosaurios», destacó Manuel Maldonado, especialista en esponjas del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que ha liderado la investigación en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de Oceana.

La investigación, publicada en la revista científica «PLoS ONE», evidencia lo «excepcional del hallazgo», según Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana y coautor del estudio.

«Se trata de una formación única en el planeta que debe protegerse urgentemente porque el lugar donde se encuentra está sometido a diversas presiones, entre ellas planes de prospección y explotación de hidrocarburos», añadió el investigador.

La mayor parte de los aspectos funcionales del hábitat descubierto (alimentación, reproducción, crecimiento, longevidad, etc) están aún por investigar. Los autores del trabajo temen que los planes de prospección de hidrocarburos en el Mar Balear puedan afectar al singular arrecife, que podría resultar seriamente dañado incluso antes de poder ser estudiado adecuadamente, según aseguraron fuentes de la organización conservacionista.