El presidente de la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar y de la Acequia Real, Juan Manuel García de la Cuadra, aseguró ayer que los regantes tradicionales del Júcar se encuentran «alerta» y «vigilantes» ante las posibles demandas de las aguas del Júcar almacenadas en Alarcón que llegan desde otros ríos y cuencas y reivindicó que también los usuarios de este río «sufren» la falta de lluvia, a pesar de que el Gobierno, en su decreto de sequía, lo excluye de las zonas afectadas.

Durante su intervención en la tradicional suelta de aguas en el azud de Antella, que marca el inicio oficial de la temporada de riegos, Juan Manuel García de la Cuadra aseguró„en presencia del delegado del Gobierno, Serafín Castellano, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar Maria Angeles Ureña y el secretario autonómico de Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua en funciones, Alfredo González„ que no entendía «por qué» el sistema Júcar no estaba considerado en situación de sequía

Según los indicadores de estado del Plan Especial de actuación en situación de alerta y especial sequía de la Demarcación Júcar, los sistemas de Marina Alta, Vinalopó-Alacantí y Serpis se encuentran en «escenario de emergencia»; Palancia-Los Valles y Marina Baja en «alerta» y el resto en «prealerta». Solo el Júcar está en situación de «normalidad», de acuerdo a los indicadores del ministerio.

García de la Cuadra recordó , citando el contenido del Real Decreto de Sequía, que el año hidrológico ha sido «extremadamente seco», con 281 litros por metro cuadrado frente a los 439 de valor medio en los últimos 23 años.

«Todos» los usuarios, también los del río Júcar, sufren el déficit de lluvia y destacó que se han ajustado a los caudales que tienen asignados en su concesión.

La «diferencia» entre las distintas situaciones„añadió„ la marca la disponibilidad de infraestructuras como el embalse de Alarcón, cuya construcción, con cargo a los regantes valencianos y a Hidroeléctrica Española reivindicó.

Sin embargo, el presidente de USUJ cree que hacer las cosas «bien» y gestionar el agua con «responsabilidad» no puede traducirse en que Alarcón asuma los déficits de otros ríos y sistemas disminuyendo las garantías de los regantes del Júcar. De ahí su anunciada actitud de «alerta» frente a posibles demandas del agua depositada en este embalse, que no está «reñida» dijo en declaraciones a Levante-EMV, con la solidaridad. Se felicitó de que finalmente sea la desaladora de Mutxamel „ «una infraestructura», dijo„la que refuerce el suministro de La Marina Baja frente a la petición inicial de 5 hm3 de agua de Alarcón y lamentó que los regantes del trasvase Júcar-Vinalopó, pese a la sequía, hayan rechazado tomar caudales del azud de la Marquesa por un «inexistente» problema de calidad en el agua «con la que aquí regamos nuestras hortalizas».