Coches que entran y salen del garaje, personas que abandonan la vivienda y al rato vuelven, trasiego de idas y venidas en general. Esa era la actividad que ayer se vivía en la casa en la que el exdelegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana vive en Benissanó.

Pese a su ascenso en la política desde que fue alcalde del municipio, nunca se ha mudado. Ha preferido la tranquilidad de este pequeño municipio de unos 2.300 habitantes para desconectar de su frenética actividad política.

En el edificio familiar ayer se preparaba la «víspera» de la comunión de uno de sus miembros más pequeños. Al exdirigente no se le vio desde que abandonó los juzgados de Sagunt tras quedar en libertad. Un hermano señaló que no se encontraba en el interior de la vivienda. t. á. c. valencia