El periplo por el que están pasando los trabajadores docentes interinos no ha terminado. Hasta el momento, el acuerdo de 2013 de la Conselleria de Educación afectaba principalmente a los docentes que no tenían las oposiciones aprobadas, ya que se rebaremaron las bolsas de trabajo en función de la nota de las pruebas y no en base a la experiencia acumulada. Muchos interinos sin oposición quedaron fuera y recurrieron ante los tribunales. Sin embargo, durante estos años, otro grupo de unos 300 docentes también se ha visto afectado por esta norma que ahora el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ha anulado. Se trata de jóvenes que sí aprobaron las oposiciones, pero que no empezaron a trabajar hasta mucho después, la mayoría de ellos por culpa de los recortes, que no les brindaban la oportunidad de empezar a adquirir experiencia.

Por lo tanto, en el complejo panorama que se ha dibujado desde que Educación impulsó la controvertida rebaremación, se encuentran involucrados: interinos con oposiciones y sin experiencia; interinos sin oposiciones pero con experiencia; y, además, interinos con oposiciones y con experiencia adquirida después de la entrada en vigor del famoso acuerdo.

Este último grupo, los «olvidados», como ellos mismos se definen, llevan años luchando para que se visibilice su situación. Con la entrada en vigor del acuerdo de abril de 2013, pensaron que iban a consolidar su puesto en bolsa, ya que se premiaba a aquel docente que tuviera las oposiciones aprobadas y que, además hubiera prestado servicios para la conselleria. Ellos los prestaron, pero después de la entrada en vigor de la norma.

En junio de 2013, una resolución del subdirector general de personal docente dictaminó que sólo consolidaban los que habían trabajado antes de la firma del acuerdo. Este pequeño pero vital matiz «no se encuentra redactado en el acuerdo de la conselleria», sino que «es una interpretación» a posteriori, lamentan algunos de los afectados. «Nos han cambiado las reglas del juego a mitad de partido», denuncian los adectados. Esta interpretación les ha costado estar dos años en los últimos puestos de las bolsas de trabajo, a pesar de que, como dijo la consellera, el criterio de nota de la oposición se introducía para permitir nuevas entradas de docentes -la mayoría aprobaron las oposiciones públicas entre 2010 y 2011, pero no han trabajado hasta mucho después-.

«En el mismo saco»

«Nos metieron en el mismo saco que los que no tenían oposiciones», critican. «Ahora estamos al mismo nivel que cualquiera que haya salido de la universidad, sin casi experiencia porque no nos llamaban y con el miedo a que recurran», añaden. Ante esta situación, el colectivo presentó en junio de 2014 una instancia en la Conselleria de Educación para pedir que se les aclarara su situación. Además se pusieron en contacto con los sindicatos para exigir que se negociara un adendo al acuerdo y que se considerara su posición, pero recibieron una nepor su parte señala que es necesario poner el límite en algún sitio y eligieron esa fecha.

La sentencia del TSJ les beneficia, aunque les vuelve a igualar con los que no tienen oposiciones. Sin embargo, la mayoría de estos profesores y maestros se están volviendo a preparar las pruebas, porque no tienen casi experiencia y por si finalmente la conselleria interpone un recurso y vuelve a entrar en vigor el acuerdo que prima la nota respecto a los servicios acumulados.