En España, además del castellano, gallego, euskera, catalán, aranés y valenciano hay dos lenguas oficiales más, aunque muchos no lo saben: la lengua de signos española y catalana. No son orales, sino visuales y no todas las personas sordas lo utilizan, pero sí más de 70.000, según los datos del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos. Ayer, por primera vez en la historia, este colectivo pudo celebrar el Día Nacional de la Lengua de Signos, un reconocimiento aprobado el año pasado por el Congreso de los Diputados y que las personas sordas valencianas festejaron en 18 puntos diferentes de las tres provincias.

Localidades como Valencia, Alicante, Castelló, Elx, Elda, Alzira, Gandia, Sagunt, Almussafes, L´Olleria, Alcoi y Benidorm acogieron distintos puestos donde las personas con discapacidad auditiva y transeúntes se familiarizaron con la lengua de signos. Bajo el lema «Hoy te regalo un signo», miles de asistes se fotografiaron signando palabras elegidas por ellos mismos, como «amor», «amistad» o «comunicación». La idea era extender la campaña de difusión a las redes sociales con el fin de concienciar a la comunidad oyente de que su idioma es una lengua oficial más.

La fecha elegida para el Día Nacional de las Lenguas de Signos recuerda el 14 de junio de 1936, cuando se constituyó la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), el principal agente promotor de la conquista de los derechos de las personas sordas en nuestro país. A pesar de los años, la situación de la comunidad de personas sordas «dista de ser la ideal», en palabras de la presidenta de la Federación de Personas Sordas de la Comunitat Valenciana (Fesord CV), Mª Carmen Juan Jorques. «La lengua de signos existe desde siempre, no hay un momento concreto de nacimiento. A pesar de ello, la gente continúa sin saber qué es», lamenta Juan. En este sentido, desde los colectivos de personas sordas siempre inciden en que es una «lengua», y no un «lenguaje».

Minoría lingüística

«La Confederación estatal de personas sordas y su movimiento asociativo llevan muchos años luchando por los derechos de este colectivo. Somos una minoría lingüística que lleva mucho tiempo luchando para conseguir visibilización y reconocimiento», expone la presidenta de Fesord.

Para obtener una mayor igualdad, Juan aboga por aumentar la visibilización, «sobre todo en actos públicos y en la televisión. Tiene que ser accesible para las personas sordas y los oyentes se tienen que acostumbrar a verlo», explica.

Durante la jornada de ayer, miembros del futuro gobierno y concejales del Ayuntamiento de Valencia se dejaron caer en los puestos, entre ellos Antonio Montiel. «Tenemos buenas relaciones con todos los grupos políticos». Al próximo ejecutivo valenciano, Fesord le pide participación. «Hemos conseguido muchas cosas, sobre todo que se fortaleciera el tejido asociativo. Tenemos que seguir luchando para que la sociedad nos vea. Todas las peticiones son necesidades, pero nos gustaría que nos incluyeran en las futuras políticas sobre personas sordas».