La futura Agencia Tributaria Valenciana, contemplada en el Pacto del Botànic y recogida en el artículo 69 del Estatut (pactado por PSPV y PP), está muy perfilada en los planes del futuro Consell que conformarán socialistas y Compromís. El organismo autónomo que se encargará de la recaudación de impuestos cedidos como el de transmisiones patrimoniales o sucesiones y donaciones, se constituirá desde el actual Instituto Valenciano de Administración Tributaria (IVAT), creado por el todavía conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, si bien no goza de la independencia en la gestión respecto a la dirección general de tributos a la que está adscrito.

El futuro organismo tendrá plena autonomía, estará «muy profesionalizado, con un organigrama absolutamente independiente» y su finalidad principal será la lucha contra el fraude fiscal, según explicaron ayer fuentes socialistas. Indicaron, además, que en la planificación de esta agencia tributaria hay plena coincidencia con Compromís, socios de gobierno.

Para cumplir ese objetivo «para que los ciudadanos paguen menos porque pagan más contribuyentes», indicaron, se aumentará la plantilla de inspección con una «unidad especial de lucha antifraude» con un «considerable aumento de la plantilla de inspectores», que en la actualidad es ridícula. Recuerdan estas fuentes que la valenciana es una de las comunidades con más peso de la economía sumergida y de la práctica de la deserción al fisco.

Otro de los cometidos indirectos que se pretende es el vaciado de competencias recaudatorias de las diputaciones. Se hará a través de la creación de un consorcio en el que participará la agencia y los servicios recaudatorios provinciales, como Suma, en Alicante, o el de la Diputación de Valencia, que está en parte privatizado. Para ello se echará mano de la Ley de Coordinación de las Diputaciones para abordar esa absorción de competencias provinciales.

Con la reforma de la administración fiscal que el Consell de izquierdas pondrá en marcha se pretende crear una estructura adaptada a la nueva realidad «federalizante» que se alumbrará con la futura reforma de la Agencia Española de Administración Tributaria (AEAT). La Hacienda pública estatal también camina, apuntaron las citadas fuentes, si la izquierda se impone hacia un modelo de consorcio con las distintas agencias autonómicas de cara a la recaudación cooperativa de los tributos.