El debate sobre cuándo caerá la Semana Santa puede que haya llegado a su conclusión definitiva. Hace unos días el papa Francisco manifestó su predisposición a fijar una fecha para la celebración de la Semana Santa. De esta manera, no se tendría que acudir al calendario astral para que la Luna fuera la protagonista a la hora de eligir la fecha de esta festividad, sino que se establecería un día de forma permanente.

La razón fundamental, según avanzó el Pontífice durante una conferencia, es «buscar la unidad de la fecha de Pascua». Remarcó además la necesidad de «ponerse de acuerdo» y la renuncia por parte de la Iglesia católica a celebrar la Semana Santa después de la Luna llena de marzo.

Para los católicos esta festividad lleva fijada al domingo siguiente a la primera Luna llena de primavera desde el siglo XVI, mientras que la celebración de los ortodoxos no coincide debido a que se utilizan calendarios diferentes.

Ahora bien, si finalmente se acuerda establecer una fecha fija para la Semana Santa, este cambio afectaría no sólo a la festividad religiosa sino también a diversos sectores como el turismo, la hostelería, las Fallas y a la propia Semana Santa.

En Valencia se cuenta además con que el inicio de la Semana de Pasión influye directamente en la conmemoración del día de San Vicente Ferrer, patrón de la comunidad, que siempre es el lunes siguiente al lunes de Pascua „este útimo también condicionado ahora por el calendario astral„.

Colectivos sociales

Por su parte, los diferentes colectivos a los que podría afectar este cambio, han coincidido en que sería positivo fijar una fecha de por vida. En Valencia cobra de nuevo especial importancia fijar un día en concreto debido a que ciertos años las Fallas y la Semana Santa caen en fechas muy cercanas, hecho que según el presidente de la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia, Manuel Espinar, provoca que disminuyan los beneficios económicos. «Está comprobado que cuanto más se alejan las fechas de Fallas y Semana Santa, mayores beneficios se consiguen en todos los sectores» ha asegurado Espinar. Ha señalado además que la Semana Santa es «el reflejo» de lo que ocurrirá luego en verano, por lo que unos buenos beneficios en Pascua también afectarían a la temporada estival.

Francisco Carles, presidente de la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera de Valencia, asegura que «fijar la fecha sería fabuloso». A este colectivo le beneficiaría el cambio debido a que la celebración de las Fallas ha provocado en alguna ocasión, como ha sido este año con el domingo de Ramos, la imposibilidad de salir a recorrer las calles en alguna procesión.

El sector turístico lo ve claro: «en clave valenciana el cambio sería a mejor». Mientras que desde la Federación de Fallas de Especial han reconocido el problema de la cercanía de ambas festividades y los beneficios de distanciarlas.