«La inmersión lingüística en español yo tampoco la querría; yo no metería, ni loca, a mis hijas en una escuela donde únicamente se diera un idioma, sea el que sea, porque hoy en día hay que manejarse con varios y en siete de cada diez ofertas de trabajo es lo que piden». Las explicaciones las dio ayer la portavoz de Ciudadanos en las Corts, Carolina Punset, quien el jueves, en el debate de investidura de Ximo Puig en las Corts, desató la polémica al afirmar que «recuperar» la «minoritaria» lengua valenciana en el sistema educativo «puede ser emotivo pero poco útil para encontrar un empleo», y añadió que «allá donde triunfa la inmersión lingüística volvemos la aldea».

Ayer, Punset, tras aceptar que alguna expresión quizá no fue «afortunada», enfatizó que de lo que está en contra es de la enseñanza en una sola lengua en la C. Valenciana, y reivindicó la educación trilingüe en castellano, valenciano e inglés, con un reparto de asignaturas al 30 % cada una de ellas. La diputada destacó que el valenciano es «una lengua muy importante que hay que proteger» pero que, en el debate, solo quiso trasladar su preocupación porque el programa de Compromís «quiere eliminar el sistema bilingüe por una inmersión solo en valenciano». A su juicio, un modelo monolingüe sería «injusto socialmente», ya que «carga a las familias con la responsabilidad de tener que pagar las clases de inglés y los veranos en Inglaterra».

Ayer, Compromís ironizó sobre las palabras de Punset y, a la entrada de las dependencias de la coalición en la planta baja de la sede de los grupos en las Corts, colgó un cartel que daba la bienvenida a «L'aldea», con una imagen de Astérix.

El presidente de la Acadèmia, Ramon Ferrer, achacó las palabras a «alguien que empieza y que no sabe exactamente cómo está la situación» y le replicó que «de aldeanos, nada», para subrayar que el valenciano «es fundamental».