¿Es imposible la regeneración democrática sin reformar la Constitución, que parece que sea la Biblia de la casta?
La Constitución tal como está no genera la corrupción, aunque en un sistema político en el que las defensas no están claras se favorece que pueda prosperar la corrupción. Pero el sistema no es corrupto por ser la Constitución la que es. No es un problema que pueda plantearse en términos de que o se reforma o el sistema seguirá corrompido. Bajo esta Constitución empieza a vislumbrarse que el resultado de las generales puede conducir a una difícil gobernabilidad. Si los resultados del 24M se proyectan es previsible que será difícil que haya gobiernos estables. El sistema está construido para que funcione con el bipartidismo, pero si el resultado de los dos grandes no supera el 50 % será difícil constituir gobierno. La realidad con la que nos encontramos es una Constitución diseñada para facilitar el bipartidismo y que es difícil que funcione sin él. ¿Puede funcionar? Parece difícil. Hay una desviación calculada del principio de igualdad en las elecciones que favorece el bipartidismo. El sistema está trucado. Hay poco incentivo para que los partidos pequeños colaboren en la gobernabilidad.
¿Para qué sirve la Constitución si luego no se garantiza el derecho al trabajo o a la vivienda?
La Constitución no resuelve ningún problema por sí misma, no está para resolverlos, pero sin ella no se soluciona ninguno. Es la condición sine qua non. Los problemas los resuelven las leyes abordadas por el legislador, de acuerdo con las mayorías y minorías. El tipo de IRPF que se aplica o los desahucios no dependen sólo de la Constitución.
¿Cómo explicaría a alguien de la calle que la solución a todos los males está en el federalismo, como viene a sostener el PSPV?
La sociedad tiene la evidencia de que el Estado unitario y centralista no es compatible con el protagonismo democrático de la sociedad. Ha sido la forma de Estado siempre que no había democracia. Por eso cuando muere Franco se camina hacia el Estado autonómico. Ese modelo da muestras que que no da más de sí. La fórmula federal es la que normalmente se ha usado y comporta un nuevo pacto constituyente. La España autonómica ha funcionado hasta que la reforma de estatutos ha originado una situación casi de colapso, que tiene solución siguiendo la Constitución. Estamos inmersos en el debate de si es suficiente con cambiar estatutos o es necesaria una reforma en sentido federal. Con el Estado autonómico hemos aprendido la gestión federal. Pero nos falta el pacto, decidirlo en sede constituyente.
¿Las diputaciones se pueden suprimir sin reformar la Constitución?
Perfectamente. La provincia viene de 1833. Es una entidad territorial, que carece de legitimación democrática directa. Una circunscripción con la finalidad de encuadrar a la población no para que los ciudadanos se expresen democráticamente, sino para dirigirla desde arriba. No tiene ninguna razón de ser en democracia.Se puede prescindir perfectamente de ella y es una barbaridad usarla para definir la Cámara de representación territorial, es una monstruosidad.
En la medida en que el sistema de financiación genera tanta desigualdad y no garantiza la prestación de los servicios básicos en la Comunitat Valenciana, ¿incumple la Constitución?
El sistema de financiación no está constitucionalizado, se va estableciendo y cambiando y se somete a revisión periódica. En principio no creo que desde ningún canon de constitucionalidad se pueda llegar a decir que es anticonstitucional y se pueda impugnar. De haber problema de inconstitucionalidad sería sobre el régimen económico del País Vasco y Navarra.
Se acaba de cumplir un año de la llegada del nuevo rey. Tras la abdicación y el relevo se ha dejado de hablar de la Segunda Transición como terapia milagrosa.
La operación de renovar la jefatura del Estado se hizo por los síntomas de agotamiento por problemas en el seno Casa Real. La conducta de determinados miembros condujo a que la sociedad mirara con reservas a la monarquía, que demostró reflejos y se produjo la abdicación de Juan Carlos I en su hijo. La operación ha sido exitosa.
