Un muro de relojes parados a la hora del accidente para las víctimas del metro

La Avm3j convocó hace un año el concurso, bautizado como Proyecto 3 de Julio, para homenajear y mantener viva la memoria de las 43 víctimas mortales del accidente, con una «intervención artística» que pudiera colocarse en el pequeño jardín sobre la curva del accidente, ubicado entre las calles Roís de Corella y Sant Vicent Ferrer, frente a la estación de alta velocidad.

La víctimas del metro explican que, desde el primer momento, «huimos de la realización de un encargo a un artista y optamos por esta convocatoria para proponer una intervención artística contra el olvido, un concurso abierta a toda la sociedad valenciana, un proyecto vivo, que perdure en el tiempo y en la memoria colectiva. Que sea un punto de reflexión y de referencia, que marque un hito de cambio en la ciudadanía, que nos recuerde el compromiso de construir una sociedad mejor».

El concurso se convocó con la «concepción del arte en el espacio público como planteamiento de convivencia entre ciudadanos, que son los destinatarios finales de esta intervención.

El espacio público es la escena en la que se pone de manifiesto el malestar de la sociedad por la crisis en el modelo de gobernanza, es importante incidir en la recuperación de este espacio público a través de iniciativas ciudadanas como la que ha impulsado la Avm3j».

El jurado del Proyecto 3 de Julio ha estado compuesto por Manuel Borja-Villel (director del Museo Reina Sofía de Madrid), Agustín Pérez Rubio (director artístico del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires), Vicente Todolí (Director de Hangar Bicocca de Milán), José Luis Pérez Pont (crítico de arte, comisario del Proyecto 3 de Julio) y Beatriz Garrote (presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio).

El proyecto de Anja Krakowski titulado «Prime Time» plantea «la creación de un lugar que persigue cumplir tres funciones: presencia literal, función crítica y función discursiva». La actuación consiste en «un espacio estancia, un habitáculo semi-confinado que permita a los familiares y a cualquier ciudadano conmemorar y homenajear a las víctimas del accidente del metro». La artista se ha inspirado en las reflexiones de Louis Kahn, un arquitecto estonio que desarrolló toda su carrera en Estados Unidos y que estuvo muy influenciado por las antiguas ruinas, por su tendencia a la monumentalidad, el monolitismo y la intemporalidad». De esta manera, Krakowski pretende con su propuesta para la Avm3j crear «un lugar, una estancia, un espacio mental y prearquitectónico, cuyas dimensiones reducidas permiten que el encuentro entre personas se convierta en un acto performativo en el que puede que llegue a decirse lo que nunca antes haya sido dicho».

Para generar «una imagen de un eficiente impacto y que pertenezca al ámbito de la descripción inambigüa», Krakowski ha «recurrido a una denotación accesible y de lectura clara: un muro de relojes de estación con las manecillas paradas a las 13.03 horas, la hora exacta en la que ocurrió el accidente». Con esta imagen se «pretende designar un hecho concreto del pasado, un instante que irrumpe y trunca la línea de tiempo en lo privado, pero que a la vez marca el inicio de nuevas temporalidades que se abrirán a los espacios públicos de la consciencia social».

Para sufragar la recreación artística La Avm3j ha abierto una campaña de micromecenazgo a través de la plataforma Verkami, para financiar con 18.000 euros el proyecto. El dinero obtenido se destinará a pagar los materiales y los gastos de construcción e instalación del monumento, y a remunerar a los artistas de acuerdo con lo que establece el manual de buenas prácticas en las artes visuales.