Greenpeace asegura en un informe publicado ayer que un desastre forestal como el de 1994 podría repetirse en breve si no se atajan antes lo que califica de «ingredientes para un cóctel explosivo».
La organización ecologista considera que «el abandono y la falta de gestión de los espacios forestales, la conformación de masas forestales densas y continuas, los fenómenos meteorológicos extremos, la falta de inversión en los montes„pública y privada„ y la pervivencia de las causas de ignición (accidentes, negligencias, intencionalidad, etc.) ponen en grave riesgo los ecosistemas forestales».
Cuando todos estos ingredientes, unidos al incremento del riesgo en la interfaz urbano-forestal se conjugan, «el fuego se encarga de gestionar el paisaje a su manera, frecuentemente de manera destructiva, reduciendo la continuidad de las masas forestales», como ocurrió en los incendios de la Comunitat Valenciana en 2012.
En este contexto, añaden, «el aprovechamiento energético de la biomasa debería formar parte de una estrategia de desarrollo rural que aúne el empleo, la conservación de las masas forestales, la producción de energía y la gestión del riesgo de grandes incendios forestales».
Greenpeace cree necesario insistir en la prevención de las causas de extinción, combatir el cambio climático„responsable de fenómenos meteorológicos extremos que agravan los incendios„ y «adaptar los ecosistemas forestales a la nueva situación». Proponen para ello, entre tras medidas, potenciar una gestión forestal pública y privada que genere masas forestales estables, estructuradas y menos vulnerables a los incendios destructivos. Proponen abiertamente los clareos en las repoblaciones y el resalveo de montes bajos y una «gestión global del combustible» potenciando la silvicultura , el aprovechamiento energético de la biomasa, el fomento de la ganadería, las quemas controladas «y la gestión de incendios de baja intensidad».
Hay que hacer del sector forestal, dicen, «un sector estratégico dentro de un nuevo modelo económico», concluye en su informe la organización ecologista.
