El matrimonio formado por el valenciano Manuel Santos y el estadounidense Budd Lake deberán comparecer el próximo 30 de julio ante un tribunal de Bangkok para intentar que sancione su derecho de adopción sobre Carmen, un bebé de apenas seis meses que nació tras ser gestado por una mujer tailandesa que aceptó inicialmente convertirse en un «vientre de alquiler».

Tras llegar a un acuerdo con la pareja, la madre de Carmen, Patidta Kusolsang recibió una cantidad indeterminada de dinero a cambio de alquilar su vientre. Sin embargo, una semana después de dar a luz y mientras Manuel Santos y su pareja esperaban en Bangkok los últimos permisos para abandonar el país, la madre remitió un mensaje por el teléfono móvil asegurando que deseaba quedarse con la niña.

Desde entonces han pasado seis meses y la pareja se mantienen en un hotel de la capital tailandesa junto a la pequeña Carmen y su hijo de dos años aterrorizados por la posibilidad de que se les prive en cualquier momento de la custodia del bebé, para el que habían conseguido un pasaporte norteamericano.

La pareja ha abierto una página en internet donde reciben donaciones para sufragar su estancia y la batalla judicial para obtener legalmente a Carmen.

Según declaró a la CNN, Budd Lake, la madre biológica se retractó del acuerdo tras enterarse de que iba a entregar al bebé a una pareja de homosexuales. «Declaró que no eramos una pareja ordinaria», aseguró.

Sin embargo, Kisolsang negó que su decisión se deba a la inclinación sexual de la pareja que contrató su «vientre de alquiler» y asegura ahora que solo le preocupa el futuro de su hija.

Tailandia autorizó durante años la existencia de los «vientres de alquiler» para atraer parejas extranjeras. Sin embargo, una serie de escándalos hizo que prohibiera la subrogación con una ley que entra en vigor a finales de mes.