El nuevo presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta, Maria Josep Amigó, se reunieron ayer en el Ayuntamiento de Bonrepòs i Mirambell con los alcaldes de l'Horta Nord, a quienes aseguró que el nuevo Plan de Inversiones no dejará que «ningún municipio tenga una subvención inferior a 50.000 euros». Así se expresó Rodríguez en la que ha sido la segunda de sus reuniones comarcales con responsables locales para conocer, a la hora de diseñar la nueva acción del gobierno de la diputación, sus necesidades reales y propuestas de mejora.

Además, Rodríguez desgranó a los alcaldes de los detalles del nuevo plan de inversión local de 72 millones de euros y anunció que se pondrá en marcha el próximo mes de septiembre con la aprobación de las bases, mientras que las adjudicaciones están previstas para antes del 31 de diciembre.

Al respecto, ha insistido en que se trata de un Plan de Inversiones Sostenibles y ha avanzado que se regirá por un «criterio poblacional, pero corregido» a la hora de distribuir las ayudas económicas, «en beneficio de los pueblos más pequeños, de manera que ningún municipio tenga una subvención inferior a 50.000 euros».

También explicó que los proyectos susceptibles de entrar en el programa serán «todos aquellos que no generen un nuevo gasto al ayuntamiento», que es lo que se considera una «inversión sostenible». «Queremos que el superávit de la Diputación vaya a las personas y no a los bancos», dijo.

Jorge Rodríguez trasladó a los alcaldes de l'Horta Nord que en la Diputación se inicia «un tiempo nuevo, en el que haremos que la institución esté al servicio de los ciudadanos y, por ello, debe estarlo al de los ayuntamientos». Al mismo tiempo, prometió que la diputación se regirá por una gestión transparente y participada por los gobiernos municipales, «puesto que conocen las necesidades reales y deben coparticipar en las decisiones», y por un trabajo eficiente.