Empezamos a venir a la plaza indignados y enfadados con el comportamiento de un gobierno, que creíamos que no merecíamos.

Seguimos siendo ninguneados por el señor Camps y su camarilla, que pasaban de nosotros y nuestras reivindicaciones para saber la verdad sobre nuestra desgracia.

Por todo ello, nos marcamos unas metas y decidimos luchar y defenderlas hasta conseguirlas, acudiendo a la Plaza de la Virgen todos los días tres, con la ciudadanía o solos si hacía falta. Por nosotros no quedaría.

Nuestra meta nunca fue cambiar un partido en el poder, si no reivindicar una forma de gobernar. Nosotros queríamos un nuevo gobierno que nos escuchase. A la vista de la sordera de muchos gobernantes, era necesario que abandonara las instituciones el partido que nos defraudó y humilló durante nueve años, en este caso el Partido Popular. En este momento nos alegramos de que el nuevo gobierno nos escuche, decida con nosotros poner en marcha nuestras reivindicaciones por el bien de la ciudadanía, para que no ocurra otra desgracia como la nuestra o que otras victimas nunca sean tratadas como se nos trató a nosotros.

Esto no supone que, aun siendo coparticipes de las medidas que anuncian, vayamos a relajarnos. Vamos a estar expectantes al cumplimiento de sus compromisos, pues si no se cumpliesen estaríamos otra vez en la plaza reclamando lo firmado. La plaza es del pueblo y sus reivindicaciones.