«Nuestro adversario es el PSPV; lo ha sido y lo seguirá siendo». Así de claro lo dejó ayer la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, cuando un periodista le advirtió durante la rueda de prensa ofrecida ayer que toda su intervención iba dirigida contra el PSPV. Bonig matizó después que en el «lote» de sus críticas iba también Compromís, pero tanto su franca contestación como sus iniciales silencios respecto al socio de gobierno del PSPV evidencian que el PP tendrá a los socialistas como principal objetivo de su campaña electoral para las generales. Ignorará a Compromís y tratará de acercarse a Ciudadanos, el partido que más votos le ha robado y que en las autonómicas fue objeto de las críticas del PP.

La estrategia popular, que ayer se abordó en la reunión del renovado consejo político del PPCV, sigue la lógica del devenir del escenario político actual: el PSOE es, según el análisis de los populares, el único que tiene opciones de disputar a Rajoy la presidencia del Gobierno. La segunda razón es que el PPCV es consciente de las crecientes expectativas electorales de Compromís y prefiere obviarlo en su discurso para evitar que crezca. Idéntica estrategia cabe predicar de Podemos, mientras que de Ciudadanos se espera en futuro, tras la generales, una mayor colaboración que le permitiera recuperar ayuntamientos.

Junto a los ataques al PSPV, el nuevo PPCV de Bonig se volcará en reivindicar la gestión tanto autonómica como nacional, y en especial en materia social. La bautizada como «ruta social» llevará a los dirigentes populares a recorrer asociaciones y centros sociales para reivindicar lo hecho y recabar demandas. «No podemos dejar a la izquierda el monopolio de las políticas sociales», aseguró Bonig, quien compareció junto con sus nuevos vicesecretarios: Elena Bastidas, José Juan Zaplana y Eva Ortiz. La presidenta defendió que el Consell de Fabra, pese a la complicada situación financiera, mantuvo el Estado de Bienestar y exigió a Puig que tome decisiones. En concreto, respecto al cumplimiento del déficit le instó a gobernar y hacer los ajustes necesarios como el PP tuvo que hacer. Respecto a los casos de corrupción y la investigación sobre financiación ilegal, afirmó que el PPCV no tiene miedo. «Seguiremos actuando con contundencia contra los imputados por corrupción» aseguró asumiendo las líneas rojas de Fabra.