El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, calificó ayer las inversiones reflejadas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2016 de «insuficientes» para las necesidades de la Comunitat Valenciana. Las aportaciones del Estado, aseguró el jefe del Consell, evidencian que el territorio valenciano «vuelve a estar en el furgón de cola» para el Gobierno de Mariano Rajoy ya que «faltan 301 millones para llegar a la media de inversiones del resto de comunidades autónomas». Los últimos cuatro años de gobierno del PP incrementarían la «deuda» con los valencianos respecto a la media a 2.000 millones, según el presidente, que ya estudia impugnar las cuentas tal y como confirmaron fuentes de la Generalitat.

Puig, que compareció en el Palau de la Generalitat para realizar una primera valoración de las cuentas anuales presentadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, criticó que las inversiones territorializadas del Estado demuestran que los valencianos se quedan «casi en la mitad de lo que corresponde a la Comunitat Valenciana» por habitante. Cabe recordar que el Consell reclamó al Gobierno más de 1.600 millones para equipararse al resto de españoles. Con los 301 millones de euros que los valencianos recibirán por debajo de la media, según Puig, durante los años de Gobierno de Mariano Rajoy «se han dejado de recibir inversiones por valor de 2.000 millones de euros».

«No es victimismo, pero el presidente del Gobierno tiene que tratar al territorio con equidad, porque ya está bien de tener que estar exigiendo permanentemente lo justo», aseveró. Según apuntó el presidente, en los últimos cinco años las inversiones estatales han caído un 53 % en toda España. «Mientras, en la C. Valenciana se han reducido 10 puntos más, un total de 63,4 %», apuntó.

Por ello, valoró de forma «muy insuficiente» los Presupuestos Generales del Estado para 2016, y además afirmó que son «papel mojado» ya que, como recordó, en los primeros cinco meses de ejercicio este año, «solo se han licitado el 5,5 % de las inversiones previstas del Estado en la Comunitat Valenciana.

El presidente insistió en que lo «fundamental» es encontrar un nuevo modelo de financiación que «empiece por el principio» porque «no se trata de hacer pequeñas reformas y poner parches», sino que es necesario un nuevo modelo que sirva a la igualdad entre los españoles que viven en las diferentes regiones y que garantice sin privilegios para nadie que la Generalitat «pueda conseguir sus objetivos en cuanto a política social, igualdad, educación de calidad, sanidad y que ayude al impulso de las empresas».

Puig manifestó que desde el Consell se van a estudiar todas las medidas posibles de carácter legal contra el incumplimiento sistemático de la Lofca y la marginación en los presupuestos.

Por su parte, el síndic de Compromís en las Corts, Fran Ferri, aseguró que es «inaceptable que una vez más el gobierno central presente unos presupuestos en los cuales la inversión destinada a nuestro territorio es inferior al que nos correspondería por peso poblacional». «Es todavía más difícil de explicar cuando acumulamos un déficit de infraestructuras por la carencia de inversiones de los diferentes gobiernos centrales en las últimas décadas, y por los efectos demoledores del sistema de financiación», lamentó el también diputado de la coalición que forma gobierno con los socialistas.