Investigadores del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia, que dirige Vicente Felipo, han aportado nuevos datos sobre los mecanismos moleculares del aprendizaje y la memoria y han constatado diferencias de género en el aprendizaje espacial.

En concreto, el Laboratorio de Neurobiología de la Fundación Centro de Investigación Príncipe Felipe CIPF de Valencia está desarrollando proyectos de investigación sobre los mecanismos del deterioro neurológico en diferentes situaciones patológicas, ha explicado la entidad en un comunicado.

Así, estudia en modelos animales los mecanismos responsables de diversas alteraciones cognitivas y funcionales. Este laboratorio publicó el pasado julio artículos con los resultados de sus últimos trabajos. Uno de ellos, ha explicado, aborda las diferencias de género en el aprendizaje espacial, la actividad sináptica y la potenciación a largo plazo en el hipocampo en ratas.

El doctor Felipo indica que «se sabe que en diferentes especies, incluidas la humana y las ratas, las hembras tienen menor capacidad que los machos para el aprendizaje espacial y menor memoria espacial, aunque no para otros tipos de aprendizajes y memorias».

Los resultados demuestran que las ratas hembra tienen menor memoria y capacidad de aprendizaje espaciales en los tests del Morris water maze (MWM) y radial maze, ha indicado el laboratorio, que ha apuntado que el aprendizaje espacial depende esencialmente de la plasticidad sináptica del hipocampo.

Asimismo, ha comentado que en su estudio se muestra que en las ratas hembra, la magnitud de la potenciación a largo plazo (LTP) en hipocampo es menor que los machos, debido a una menor inducción de la translocación a la membrana sináptica de la subunidad GluR1 del receptor AMPA de glutamato como consecuencia de una menor fosforilación en la serina 845.

La investigación concreta que esto es debido a su vez a una menor activación de la proteína-quinasa dependiente de GMP cíclico (PKG), como consecuencia de un menor aumento de los niveles de GMP cíclico. Estas alteraciones moleculares contribuirían a la menor memoria y capacidad de aprendizaje espaciales de las hembras.