Instituciones Penitenciarias ha abierto un expediente para investigar qué falló en el protocolo de prevención de suicidios activado sobre el edil de Serra Marcos Cabo, que se encontraba en la prisión de Picassent por orden judicial acusado de asesinar a su mujer, Dolores Moya. El pasado domingo, Cabo fue hallado muerto en esta cárcel, ahorcado con una sábana.

Según explicaron fuentes de Prisiones a este periódico, la investigación es «reservada». Mientras se resuelve dicho expediente informativo, el hijo de Marcos Cabo ha presentado una denuncia paralela ante la jueza de Llíria que ya investigaba el caso de sus padres para pedir que se esclarezcan las circunstancias que han rodeado el fallecimiento de su progenitor y por si hubiera habido un error en la vigilancia del preso.

Por su parte, los funcionarios de Picassent defienden su labor. El sindicato mayoritario, Acaip, explicó que no van a hacer valoraciones hasta que finalice la investigación, pero señalaron que los trabajadores «cumplen a rajatabla» los protocolos que existen. «Intentos de suicidio en la prisión hay varios al año. Nosotros aplicamos las medidas existentes. No queremos que se ponga en tela de juicio nuestra labor», añadieron desde el colectivo.

Mientras se esclarecen los hechos, ayer a las 20 horas finalizó el día de luto oficial que el pleno del Ayuntamiento de Serra aprobó por las muertes de sus dos vecinos. Una decisión no exenta de polémica, ya que el pasado viernes se suspendió el minuto de silencio convocado para rendir homenaje a Dolores Moya, quien falleció en el incendio de su casa.

«Respetamos las decisiones de otras administraciones», señalaron a este periódico desde la Generalitat, quien sí celebró una concentración de rechazo hacia la violencia machista.

«Error institucional y político»

Desde el PSPV, partido al que pertenece el alcalde de Serra, Javier Arnal, indicaron que «es un error político e institucional» que no se llevara a cabo un minuto de silencio por la mujer y en cambio se decretara luto por el concejal fallecido. «No estamos mandando el mensaje que toca a la sociedad. El mensaje debe ser de condena hacia los maltratadores y de apoyo a las víctimas», declaró a este periódico Rosa Peris, responsable de Igualdad de la formación.En este sentido, añadió que van a hablar con Arnal para expresarle su malestar por esta decisión. «No debería volverse a repetir un acto así», apostilló.

El primer edil, por su parte, volvió a repetir ayer que la población se siente «consternada» por el suceso y que por respeto a los cuatro hijos del matrimonio no se iban a pronunciar hasta que se abra el secreto de sumario.

Algunos concejales de la localidad acompañaron ayer a los más mayores de estos hijos, que encabezaban el cortejo fúnebre hasta el cementerio de Serra, donde Marcos Cabo recibió sepultura. Un entierro emotivo al que se acercaron decenas de vecinos y amigos de la familia que llenaron la igglesia y la plaza aledaña, donde también sonaron los acordes de la banda de música. Muchos de los convecinos de Cabo y Moya aún se mostraban incrédulos ante los hechos acontecidos.

Desde el pasado 29 de julio, cuando la vecina de Serra Dolores Moya fue hallada muerta en extrañas circunstancias en el incendio de su casa, esta localidad se encuentra en estado de «shock». La muerte, once días después, de su marido y concejal de EU en el municipio, Marcos Cabo, tras ser detenido y enviado a Picassent el pasado viernes por su presunta relación esta muerte, ha alterado aún más este estado. El caso sigue bajo secreto de sumario aunque con la muerte del único acusado está abocado al archivo.